Rual, el “loco” guichonense del salto largo

Facundo Rual, del “loco” de Guichón a competir junto a Emiliano Lasa.

Facundo Rual (18) es una de las joyas del deporte sanducero. El guichonense ha llamado la atención a la hora de competir en salto largo a nivel nacional: siendo un total desconocido, se ha dado el gusto de alcanzar los 7,13 metros. Pero su historia es de esas que sirven para comprobar que talento y superación van de la mano del trabajo.
Rual reconoce entre risas, ahora que dejó de lado la vergüenza, que en Guichón era prácticamente el “loco” del salto largo. “Y… en Guichón es muy poco visto el atletismo. Arrancó todo cuando entré al liceo, porque conocí los Juegos Deportivos Nacionales. Siempre me llamó la atención el atletismo, pero nunca había practicado. Probé algunas pruebas, me gustó el salto largo y me empezó a ir bien. Llegué a la final nacional de los Juegos, y fui vicecampeón”, recordó.
A partir de ese momento, y con la sangre en el ojo por haber perdido por ocho centímetros, no dudó en comenzar a entrenar, pero en total soledad. “Me miraban y la verdad es que me daba un poco de vergüenza. Saltaba sin tener idea, porque no tenía profe, nada. Pero iba mejorando mucho”, sumó.
Rual entrenaba en un arenero del liceo, y luego en el de la Plaza de Deportes. “Pero me quedaron chicos”, reconoce. “Al del liceo lo corrí un metro más, pero me limitaba un muro. Y empecé a ir al de la Plaza, pero también me quedó chico”, recordando incluso más de un golpe por ese problema que hoy no existe, dado que “el alcalde me hizo un arenero de 10 metros en el parque, así que es imposible que caiga afuera”.
Pero comenzó por estos días una nueva experiencia: dejó atrás su Guichón para venir a Paysandú a estudiar y entrenar, estando inmerso en el programa Sueño Olímpico que lleva adelante la Intendencia.
“Vine a vivir al Hogar Estudiantil y espero que cambie todo, porque entrenando acá y trabajando la técnica espero poder saltar sobre los 7,50 metros”, dice, recordando que “como dice Vittorio (Michelini, responsable de la Plaza de Deportes de Guichón), allá tuve el diagnóstico y ahora vengo con los especialistas”.
Hoy se plantea objetivos cortos, sabiendo además que tiene asegurada la participación en el Sudamericano U20. “No me gusta ponerme grandes metas, prefiero ir despacio”, dijo mientras piensa en su nueva vida.
“Siempre quise venir a entrenar y ahora es también a vivir y estudiar, y volver los fines de semana a Guichón, donde tengo a mi madre y mi hermano, que siempre me bancaron. Se dio todo redondo”, sumó quien este fin de semana saltará en Montevideo al lado de, nada menos, que el mejor saltador del Uruguay, el olímpico Emiliano Lasa.