Solicitada

Réquiem para la Historia Sanducera

Carta abierta al Sr. Intendente Departamental de Paysandú (II)
“Es la historia la madre de la verdad, émula del tiempo, depósito/ de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente,/ advertencia de lo porvenir”. Miguel de Cervantes Saavedra.
Quizás el Señor Intendente recuerde que hace más de tres meses le escribí una carta abierta planteándole el estado en que se encontraban los museos municipales en particular, así como el estudio y difusión de la Historia Sanducera en general.
En estos cien días la nueva administración ha dado señales muy claras de que su idea del tratamiento de la historia local es seguir la línea del anterior gobierno departamental, es decir: concretamente es un tema que no interesa, que no tiene importancia y al que no se debe destinar ni fondos ni personal capacitado (cualquier militante puede hacerse cargo).
Se necesitaría mucho espacio para enumerar los errores y horrores que se han cometido pero la clausura de varios museos y el descuido de los restantes, el haber cubierto Purificación con un acomodaticio manto de mentira y desidia así como la clausura del Mausoleo y el envío a depósito de los restos de Leandro Gómez, son pruebas más que suficientes de lo que decimos.
Las únicas medidas de la actual Administración sobre el tema son, sencillamente, mantener en puestos clave a conocidos militantes políticos designados por el anterior Ejecutivo Departamental. Sólo en la Comisión de Patrimonio se han introducido algunos cambios que mantienen una mayoría claramente militante y ni siquiera se ha revisado la ambigüedad con que se determina el territorio sobre el cual debe trabajar dicho grupo.
De hecho es la segunda vez que aparezco en este periódico en un centenar de días y con la única intención de dejar registradas algunas sugerencias que compartimos con aficionados de la historia, investigadores y académicos de varios países sobre la difusión de la historia local.
En lo referente a los museos que existían algunos años atrás es de total lógica que deben ser reabiertos con la óptica de ser precisamente eso, museos, según la definición de la Real Academia Española: Lugar en que se conservan y exponen colecciones de objetos artísticos, científicos, etcétera. Institución sin fines de lucro, cuya finalidad consiste en la adquisición, conservación, estudio y exposición al público de objetos de interés cultural. Lugar donde se exhiben objetos o curiosidades que pueden atraer el interés del público, con fines turísticos. Es evidente, por otra parte, que el Departamento de Paysandú debería tener otros museos temáticos en actividades en que los sanduceros se han destacado en forma trascendente.
Acaso no correspondería tener un Museo de la Música. Con tres nombres podemos sintetizar parcialmente una historia realmente destacada: Alfredo Eusebio Gobbi creador, junto a Ángel Villoldo, del tango cantado y el primero en llevar el tango a París y Nueva York, Los Iracundos, el conjunto musical uruguayo más famoso en el mundo, Aníbal Sampayo, creador e intérprete que difundió la música litoraleña en todo el continente. Por supuesto que mencionamos estos nombres sólo a modo de ejemplo pues la lista de sanduceros que se han destacado musicalmente sería prácticamente interminable.
Nos preguntamos también si Paysandú no debería contar con un Museo de la Prensa cuando tenemos publicaciones informativas desde 1838 (El Oriental en Campaña) y cuenta hoy con el diario en actividad más antiguo del Uruguay (EL TELEGRAFO). Las radios locales ganaron su prestigio y desde 1964 la televisión sanducera ha impuesto su presencia en la sociedad.
Por otra parte y, si se quiere, saliendo de los límites departamentales, nos preguntamos cómo es posible que no exista un Museo que recoja mil y una vivencias del Río que nos da su nombre: Uruguay.
Desde su papel como vía de comunicación, proveedor de alimentos y material para sus utensilios a los primeros habitantes de la región, luego a los colonizadores y hasta hoy, siempre ha estado presente o ha sido escenario de luchas por la independencia.
No es necesario abundar sobre la importancia del río Uruguay pero sí resulta imprescindible preguntarnos por qué no se ha creado un instituto que investigue y difunda la historia del “Paterno”.
Como sanduceros nos parece de absoluta prioridad que la Intendencia Departamental promueva la creación de un Museo, un centro de Estudios Históricos del Río Uruguay, o como se quiera denominar esa institución.
Consideramos necesario que el Gobierno Departamental tome la iniciativa para dialogar con la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) y la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM) a los efectos de llegar a la creación de la institución aludida.
Sería de toda lógica que CTM contribuyera económicamente en mayor medida dado que la enorme generación fondos proviene exclusivamente del enorme caudal que aporta nuestro río.
Los aportes de CARU e IdP, serían lógicamente menores aunque de gran importancia si se establece que el Museo sea instalado en la costa de Paysandú, más concretamente en las cercanías del Puente Internacional “Gral. Artigas”.
Sin dudas sería de mucho interés, científico y popular, que se pudiera incorporar la tecnología que ya se utiliza para “vaciar” los mares como, por ejemplo, en el programa televisivo “Secretos de los Océanos”.
Turismo
En una reciente nota editorial, “EL TELEGRAFO” establece: “La presbicia es un problema ocular que viene con la edad, de los 45 en adelante el ser humano comienza a tener dificultad para ver las cosas que están más cerca; digamos que es lo inverso a la miopía, que ocasiona dificultades para ver lo que está más lejos. Presbicia colectiva podría ser un diagnóstico que se ajuste a la situación actual, en la que nos está costando apreciar cosas que están pasando hoy mismo, acá en Paysandú, que evidencian que hay cosas que están cambiando y oportunidades que se están abriendo en materia turística”.
“Recientemente la Organización Mundial de Turismo ha hecho un llamado a ‘aprovechar la energía de la cultura y la creatividad en la recuperación turística’. (…) En Paysandú hemos tenido recientemente dos ejemplos de cómo la cultura puede ser movilizadora: por un lado tenemos el fenómeno del Castillo Morató, un destino que se transformó en una de las sensaciones de la temporada y que, pese al descreimiento casi general de los sanduceros, no ha parado de recibir visitantes desde que la familia decidió abrir sus puertas después de mucho tiempo. Sin dudas que la mística de un lugar así de simbólico, las peculiaridades arquitectónicas y su aporte al relato histórico sobre la vida en el ‘interior profundo’ del país (como les gusta decir en Montevideo) son atractivos que han potenciado la capacidad de convocatoria. Pero es que estos valores, historia y arquitectura, refieren a aspectos culturales”.
Estos y otros conceptos de la nota aludida son de absoluto recibo y resultan reconfortantes pero, debemos decirlo, en el escrito se evidencia que existe una miopía (Incapacidad de ver a la distancia) muy grande.
Me explico: ¿Conoceríamos Troya si Homero no hubiese compuesto “La Ilíada”? En otras palabras, los grandes hechos no son tales si no recibimos información de ellos.
Paysandú tiene en su historia momentos de gran trascendencia pero pongamos la mira sobre uno de los que, por sus características, sobresale netamente; la Defensa de 1864/65.
Como homenaje a los héroes y como atracción para que el mundo conozca el espíritu, la determinación y el coraje con que aquellos hombres, aquellas mujeres, defendieron hasta el sacrificio sus convicciones, es que debemos difundir con los medios que nos proporciona hoy la tecnología esa maravillosa y sangrienta epopeya.
Concretamente, vayamos ya mismo a conectarnos con las plataformas de streaming para plantear la posibilidad de producir, realizar una serie o mini serie que podría llamarse “Destruyan Paysandú”, “A defender Paysandú” o con el título que se quiera utilizar.
Imposible plantear siquiera un esbozo de guión pero quienes conocen el tema saben que con los hechos reales se elabora una historia apasionante y, que podría ser filmada en la propia ciudad generando oportunidades para muchos actores, actrices y técnicos sanduceros.
A modo de apunte recordemos un párrafo de una información recientemente publicada por “EL TELEGRAFO”: “‘Latinos y estadounidenses de origen asiático son dos áreas en las que tenemos que mejorar, dos campos que tienen que ser más prominentes en nuestras historias’, apuntó Scott Stuber, vicepresidente en Netflix y máximo responsable de la parcela de cine, en un acto virtual al que asistió EFE”.
Por otra parte, por la misma fuerte nos enteramos que se ha comenzado a filmar un documental sobre el Frigorífico Anglo por lo que pensamos que el planteo nuestro está en línea con iniciativas para promover el turismo nacional e internacional.
Y, cuando vengan los visitantes, tendremos mucho para mostrarles pero, creemos, sería una buena idea remodelar la plaza Constitución. Reconstruir el “Baluarte de la Ley” con un túnel o pasadizo oculto, como realmente existió, desde la Comandancia hasta pasado el muro del edificio de la Iglesia Nueva, en aquel momento en construcción.
Esto y una gigantesca pantalla sobre el edificio que hoy ocupa la Dirección de Turismo permitirían que los visitantes “vivan” aquellos heroicos días.
Dejo constancia de que no es mi ánimo iniciar una polémica y si aquellos hoy huérfanos de promoción “salen al cruce”, bienvenidos pero no esperen respuesta mía.
Como corresponde mi nombre y documentos están en poder de la Dirección de “EL TELEGRAFO”.

Defensor