Inmigrantes
Cuando oigo las críticas con respecto a UPM y a los trabajadores extranjeros, recuerdo que la gran mayoría de los uruguayos, o todos, somos descendientes de extranjeros, es decir, inmigrantes.
De nuestros indígenas sólo quedaron gotas de sangre, desparramadas por todo el territorio, las que han dado lugar a sus descendientes, aunque en poquísima cantidad. Pero existen esos descendientes, por ejemplo, en Tacuarembó, donde hace un tiempo uno de ellos habló con periodistas.
Recuerdo en este momento, el relato de un amigo constructor, que trabajó en la zona de Salsipuedes, donde ocurrió la matanza de los últimos charrúas. Algunas personas han ido a pescar por la noche en este arroyo y toda la noche han sentido voces, gritos, ruido de armas, como si la batalla fuera en esos momentos, un panorama acústico terrificante.
Lo que quiero destacar es que en esa batalla no murieron todos los charrúas, quedaron algunos como el antepasado de esa persona de Tacuarembó, quedaron las mujeres y los niños, que según he leído, fueron llevados a Montevideo. Se han perdido sus rastros, pero han dejado sus huellas en algunos uruguayos.
En mi propia familia he visto algunos caracteres que parecen ser de charrúas, el cabello, los pómulos, la piel, la gran resistencia física, el poco hablar, una mancha que según algunos, es como una “marca”. El tatarabuelo de mis hijas que vivió 114 años, tenía rasgos muy parecidos a uno de los caciques que fue llevado a Francia, aunque era rubio de ojos celestes, supongo, sólo supongo, que era producto de una mezcla con españoles. Tal vez todo esto que digo son sólo absurdidades, pero no tengo cómo comprobarlo.
Tengo un amigo que dice ser descendiente de charrúas y de negros (espero nadie se ofenda por lo de negros, para mí es la palabra exacta, sin discriminación alguna), y cuya madre proviene de esa zona del Salsipuedes.
La “base”, por así decirlo, de la población uruguaya, la formaron los inmigrantes. En primer lugar, los colonizadores españoles y portugueses, y con el paso del tiempo se agregaron de otras nacionalidades, italianos, franceses, ingleses, alemanes, rusos, judíos y otros en menor cantidad. Todos, buscando “hacerse la América”, todos, buscando una mejor oportunidad de vida, huyendo de guerras y hambrunas. Todos, con sus oficios a cuestas, comenzaron a forjar esta patria. Todos buscando un porvenir mejor, nos dieron su lengua, sus costumbres, sus culturas, que se amalgamaron para formar la cultura uruguaya.
Vivieron muchos sacrificios, muchas peripecias, pero lograron salir adelante, a base de voluntad y esfuerzo.
Nuestros gauchos surgieron de la mezcla de españoles con portugueses y con indios. Heredaron la rebeldía del indio, la lengua y el espíritu arrollador de los españoles. Esta es mi visión, puedo estar equivocada.
Saladeristas, comerciantes, agricultores, picapedreros, herreros, panaderos, con distintos oficios, fueron todos inmigrantes que fueron llegando a través del tiempo y que formaron la sociedad uruguaya.
Destaco mis antepasados italianos, con su amor por la tierra y su espíritu de sacrificio, las quintas, las casas de piedra, y mucho más. Lástima que no hablaban su idioma en este país, no lo enseñaron a sus descendientes, por eso sólo rescataron algunas palabras.
Quiero destacar también a los ingleses, que desde los tiempos de Artigas siempre estuvieron aquí, de alguna manera. (Artigas supo tener sus corsarios, los ingleses eran duchos en esta tarea). Más adelante, fueron ellos quienes trajeron el ferrocarril y las razas vacunas para cruzar con la criolla, trajeron el frigorífico Anglo, trajeron el fútbol.
Alemanes y rusos trajeron sus conocimientos para trabajar la tierra, formaron sus colonias agrícolas.
Los judíos trajeron su gran habilidad para los negocios.
En fin, también llegaron libaneses, (sirio libaneses).
Todos dieron sus aportes para formar esta Patria uruguaya, y todos fueron inmigrantes o descendientes de ellos.
No existiría el Uruguay como nación, sin esos aportes.
La globalización siempre existió, desde el comienzo de la colonización. La historia avanza con las migraciones, por distintos motivos.
Es que la Tierra es una sola, y todo en ella está relacionado con todo. Somos ciudadanos del mundo, somos hermanos y por eso no debemos rechazar a los inmigrantes. Sanducera