Complejos de canchas: al borde del ataque de nervios

Los complejos de canchas siguen cerrados y cruzan los dedos para poder reabrir.

Mauricio Romero, uno de los dueños de complejos consultados, dijo que se está viviendo un mal momento con el parate. “Decí que tengo otro trabajo, pero es todo muy difícil. Nosotros contamos con dos empleados nuevos, no pueden ir al seguro, pero al menos hacen medio horario. Hay gastos fijos todos los días y se hace muy cuesta arriba”, resumió.
Normalmente, las canchas de los complejos reciben a más de 150 personas por día, número que bajó sensiblemente con las restricciones. “Además había gente que alquilaba la cancha y un rato antes te llamaba para decirte que había alguno de los compañeros en cuarentena, y se caía la reserva”, remarcó en tanto Rodrigo Chávez, otro propietario de complejo.
Si bien en principio la prohibición de la práctica del deporte amateur en grupos está vigente hasta el 30 de abril, Chávez dijo que en la reunión llevada adelante por dueños de complejos “pensamos que será casi un hecho que se extenderán las medidas hasta mayo, aunque muchos colegas tenían otras expectativas”.
La preocupación pasa porque “hay gente que solo vive de los complejos, y algunos pagan alquiler”, dijo Chávez, mientras que para Romero “duele que en Montevideo está el fútbol y la gente está escondida detrás de las cámaras, y el básquebol juega en escenario cerrado, con humedad y demás”.
“El silencio con respecto a nuestra situación es total. Se habla de los gimnasios, pero no de cómo se hace para cubrir los costos fijos. Si te mandan al seguro de paro, al menos ganás algo. Pero a nosotros nos pasa que los gastos son grandes y no tenemos ingresos. Ya perdíamos plata implementando un protocolo…”, sumó.
Romero remarcó que “estamos esperando alguna medida, que en nuestro caso tienen que ser exoneración de servicios, pagos de DGI… Todo esto genera impotencia, porque los que aportamos desde que abrimos no tenemos respaldo”.
Chávez, en tanto, expresó que “no estamos al tanto de las medidas” anunciadas por el gobierno, pero también aclaró que “no cambian demasiado” y la situación sigue muy complicada.