Distrito Park: inversión Público-Privada como motor del desarrollo pospandemia

En un momento en el que la campaña de vacunación parece comenzar a tener efecto sobre la emergencia sanitaria que impuso esta pandemia sin precedentes, emerge paulatinamente otra situación, que tiene que ver con la recuperación de la economía y la reconstrucción de la dignidad.

En breve podremos decir, que a pesar del dolor de las pérdidas humanas, hemos superado al virus. Sin embargo, en ese instante se nos presenta un desafío no menos importante, dar solución a las externalidades negativas que nos dejó, desconociendo aún su real entidad. El desempleo, la pobreza y la indigencia, se han agudizado en todo el mundo y con especial fuerza en Latinoamérica.

Paysandú, lejos de ser la excepción, sale de este año devastador (de acuerdo a cifras oficiales), como uno de los departamentos con más pobreza, desempleo e indigencia del país -11 de cada 100 sanduceros son pobres, el desempleo escaló al 12,4% y más de 500 personas viven en la indigencia-. El camino para salir de esto es el gasto público bien enfocado, es decir, aquel dirigido a la generación de empleo genuino y a la captación y reproducción de inversión privada.

Hace algunos meses, en plena campaña electoral y sobre la base de un acuerdo político muy importante, se resolvió habilitar a la siguiente administración, para tomar un endeudamiento de excepción que permitiese avanzar sobre este camino. Dicho acuerdo, tuvo como propuesta central a Distrito Park, con la certeza de que una inversión pública de esas características, vertida en un sitio estratégico, dispararía una reconversión de la matriz espacial y productiva de nuestra ciudad.

El actual Intendente, Dr. Nicolás Olivera, fue uno de los principales impulsores, redactores y suscriptores del acuerdo en aquella instancia preelectoral, manifestando en este mismo periódico que “ese importantísimo consenso político precisamente lo que impulsa es que se destinen recursos para desarrollar un área donde creemos nosotros que puede redefinirse Paysandú en su relación con el río, el turismo, empleo, desarrollo y -lo que no es nada menor- conjunción de inversión pública con privada. Eso sí, sin dudas, promoverá empleos, pero de calidad y duraderos”.

Hoy tiene en sus manos la posibilidad de revertir esta realidad complicada, permitiendo que los sanduceros recuperen fuentes laborales, puedan estudiar carreras de punta y obtengan su vivienda, a través de un proyecto que como bien expresó en la misma nota “nos permitirá ponernos en el mapa, como se dice, como ciudad y como departamento.” El consenso está intacto, la financiación disponible, y la esperanza resurge al disiparse la pandemia. Es momento de echar a andar.