Federación de Mujeres para la Paz galardonó a Celia Vázquez por trabajo solidario en barrio Río Uruguay

Carolina Puleri, Ana Vázquez, Celia Vázquez, Alejandro Guimaraes, Bernardo Correa.

La consigna que mueve a Celia Vázquez es ayudar a los niños de su barrio –Río Uruguay– en todo aquello que le sea posible, desde apoyo evangélico espiritual a una merienda semanal, útiles escolares antes del comienzo de clases o huevos de Pascua, “porque cuando era niña nunca tuve uno”, dice.
Tras años de apoyo a los niños del barrio, su acción fue apreciada por una organización internacional, la Federación de Mujeres para la Paz y Buena Voluntad Mundial y le otorgó una distinción internacional que la ha llenado de orgullo, a ella y al equipo de personas que la apoya en el Merendero y Escuela Bíblica Arcoiris (MEBA). Vázquez se define como “una vecina, una madre que vivo en el barrio Río Uruguay, muy estigmatizado. Lo que hago es devolverle un poco a la sociedad que tantas cosas que nos han dado. La problemática social de los niños es algo muy importante y hacia allí fuimos. Comenzamos con la escuela bíblica evangélica independiente, luego con una merienda semanal los días sábados y después a hacer actividades especiales en determinadas fechas”.
Junto a Celia Vázquez, trabajan igualmente solidariamente en Arcoiris Carolina Puleri, Ana Vázquez, Alicia Caluprecci, Silvia Rotundo, Alejandro Guimaraes (padrino) y Bernardo Correa.
“Desde un punto de vista cristiano les enseñamos valores, la importancia de la familia, es tratar de sacarlos de ese contexto, muchas veces de pobreza o hasta de violencia en que viven, para llenarlos de amor. Tratamos de darles un apoyo emocional. Esa fue la primera etapa. Luego también comprendimos que había carencias en ropa y hasta en alimentos”, cuenta la ahora galardonada.
Recibir este certificado “fue una caricia al alma; no es algo que quiera que se conozca como si fuera un logro personal. Lo que hago es de corazón, con amor, con los recursos que podemos conseguir. Creo que Dios nos manda lo necesario cada vez que hago una actividad; lo pongo en manos de Dios”.
Por otra parte, el grupo detrás de Arcoiris, se concentra en “actividades especiales, caso del Día de Reyes, Pascuas, el comienzo de clases, el Día del Niño. Hay que comprender que hay familias que viven en una situación de pobreza compleja y tener en cuenta que no apoyar tanto como sea posible a esos niños sería discriminarlos, porque ellos no pueden acceder a lo mismo que otros chicos de su misma edad, no se nutren de esas alegrías sencillas y simples, que muchas veces quedan en la memoria para siempre”.
“Me dedico especialmente a las fechas especiales. Para Pascuas hicimos en el grupo 100 huevos de Pascua; yo cuando era niña nunca tuve uno, para mí era algo importante”, cuenta Vázquez.
También han realizado “excursiones en apoyo a la familia. Una vez Alejandro Guimaraes consiguió con el Intendente unos boletos de ómnibus y los llevamos a la playa en Turismo. Pensé que era algo muy importante porque luego la maestra pregunta qué hicieron, a dónde fueron y hay quienes no van a ningún lado. Esas cosas tan pequeñas son las que marcan la vida”.
Cerca del comienzo del año lectivo “nos pusimos a trabajar para que todos tengan útiles escolares. Hay muchas madres solteras en el barrio y pasan reales necesidades. En 2020 comenzamos con esta actividad, entregando 60 packs escolares. Pero este año se necesitaban 100. Habíamos hecho a fin de año una rifa y guardado el dinero. Compramos todo de útiles escolares pero no alcanzaron. Pero con esfuerzo y apoyo, conseguimos darle uno a cada uno. Para un grupo de personas quizás no sea importante, pero para ellos es algo muy grande y así lo agradecen”.
También venden ropa “a precios económicos y todo ese dinero lo guardamos para actividades con nuestros chicos. O hacemos venta de ravioles”, agrega Celia Vázquez. “Estamos en una zona muy carenciada y no contamos con apoyo oficial de ningún tipo. Nosotros mismos vivimos ahí, así que no tenemos muchos recursos. Pero lo damos todo. Es una manera de vivir, confiando en Dios y ayudando a nuestros niños”, asegura Vázquez.
Le faltó agregar que también, en esa manera de vivir y servir, su acción fue apreciada por la Federación de Mujeres para la Paz y Buena Voluntad Mundial, que acaba de galardonarla por su acción solidaria.