La falta de precipitaciones en la cuenca determinó gran bajante del río Uruguay

El río Uruguay tenía ayer una altura de -0,28 centímetros, es decir que pasó la barrera del cero de la escala que tiene Prefectura del Puerto de Paysandú.

Si bien se sabe que hay registros históricos aún menores de hace más de 40 años, el mínimo en las últimas décadas se puedo apreciar el 9 de mayo de 2020, cuando según mediciones de la Comisión Administradora del Río Uruguay en Paysandú marcó 29 centímetros bajo el cero. Sin embargo ayer pudo haber sido aún más pronunciada la bajante, porque a diferencia del año pasado ahora no se cuenta con el registro automático y por lo tanto no se puede consultar en tiempo real el nivel del río, por lo que no sería de extrañar que horas antes de realizada la consulta de EL TELEGRAFO a Prefectura, la cota hubiese sido menor. Así lo aseguran algunos testigos vinculados al paterno, que aseguran que nunca vieron el río tan bajo.

El aparato de medición de CARU se rompió hace más de 10 meses y el organismo binacional no lo ha repuesto, por lo cual Paysandú ha perdido una importante fuente de consulta para la navegación y conocimiento del comportamiento del río que antes estaba disponible online. Afortunadamente, desde hace algunas semanas, en el puerto sanducero se añadió por parte de la Dirección Nacional de Hidrografía una extensión a la regla que mide la altura, precisamente para ocasiones como esta, que se mide por debajo de cero, porque antes ni siquiera existía esa posibilidad de consulta visual.

Ante la novedad del paisaje frente a nuestra ciudad, cientos de sanduceros recorrieron la costa y algunos hasta se animaron a adentrarse a las aguas, para caminar entre las piedras frente al Chorro (calle Antonio Estefanell). Así las cosas, el río está –y probablemente esté durante algunas semanas– con un estiaje extraordinario, que tiene varias causas, según explicó a EL TELEGRAFO el hidrólogo de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Gonzalo Sapriza.

FALTA DE LLUVIAS Y RESERVA EN BRASIL

El especialista afirmó que “la situación responde básicamente a dos cosas. Una es que las precipitaciones durante abril en la cuenca alta, media e inmediata de Salto Grande, han estado por debajo de lo normal, y eso se asocia con las precipitaciones durante marzo en las tres cuencas principales que fueron normales”.

Además, hay que considerar “la operación que se hace en los embalses que hay en Brasil, que está haciendo un uso bastante conservador del agua, debido también al déficit de precipitaciones y a cómo administran ellos las diversas represas hidroeléctricas”. Explicó que “en Brasil están dando prioridad a la generación del grupo de represas que tienen en el río Amazonas, y tienen como reserva estas represas del Sur. Eso provoca que los erogados de esas represas sean bajos, y eso repercute en que los aportes al embalse de Salto Grande se reduzcan. También, y debido a la demanda del sistema eléctrico uruguayo, hemos tenido algunos días que se ha generado, y ahora tenemos el lago en 32,60 metros (la altura normal es 35 metros) y los erogados de la última semana empezaron a reducirse”.

Destacó que “con estos erogados de Salto Grande, lo que empieza a pasar en Paysandú es que está bajo los efectos de lo que pasa aguas abajo, en el Río de la Plata, y seguramente en Nueva Palmira los niveles han descendido, asociado a los vientos y las mareas, lo cual hace que además bajen aún más los niveles en Paysandú”.

Sobre las perspectivas que hay, dijo que “no hay pronósticos importantes de lluvias de aquí a dos semanas en toda la cuenca de Salto Grande, por tanto hay que esperar que sigamos dentro de la situación en que nos encontramos”. No obstante, “estamos lejos de tener ninguna situación que pueda afectar las tomas de agua de OSE aguas abajo o arriba, pero estamos entrando en un déficit hídrico y para salir de ello necesitamos lluvias”.

En las 24 horas anteriores a las 9 am de ayer la central hidroeléctrica apenas dejó pasar un promedio de 772 metros cúbicos por segundo; una sexta parte del promedio anual del río en ese tramo (4.700 m3/s).

Vale mencionar que con un caudal tan bajo, el río frente a Paysandú no corre, e incluso a nivel de superficie suele ocurrir que se registren corrientes en sentido contrario –hacia el norte–, por acción del viento y las mareas del Río de la Plata.

NO ESPERAN FALTA DE ENERGÍA

Aclaró también que Uruguay no corre riesgo de falta de energía eléctrica, ya que “hoy en día el sistema eléctrico uruguayo es muy robusto, hay muchas fuentes de generación como la eólica, solar, biomasa y centrales térmicas. Además hay un sistema interconectado que permite la importación de energía de Argentina o Brasil. Sin embargo, en los últimos días Uruguay estuvo exportando energía eléctrica a Brasil porque hubo mucho viento, todos los molinos estaban generando y sobraba energía”. Y la demanda local “se cubrió con eólica y las represas del río Negro, por lo que la fuente de Salto Grande brinda un aporte menor al sistema”.

Consultado sobre las represas que hay en el río Uruguay al Norte de la frontera, dijo que “hay varias de las que se llaman ‘a pelo de agua’, que tienen muy poca capacidad de embalse. Si uno empieza saliendo de Uruguay hacia Brasil, la primera represa es Foz de Chapecó, después Itá, que tiene volúmenes de reserva importantes y que son las que manejan en forma conservadora y racional. Luego viene Machadinho y después en el río Canoas y el Pelotas están Barra Grande y Campos Novos, y embalses como Paso Fondo y Quebraqueijo