Preocupa falta de personal para controlar movimiento de ganado

Doctor Eduardo Barre.

La falta de personal para controlar el movimiento de ganado preocupa a las autoridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), siendo uno de los factores clave en la lucha contra la garrapata, ya que lograr su control requiere de muchos cuidados y responsabilidad por parte de todos los actores.
El control de todo el ganado que se mueve no es una tarea sencilla: “Para revisar cada embarque que va a mover ganado, tendríamos que tener mucho personal, es imposible tener esa cantidad de gente”, señaló recientemente al portal TodoElCampo el doctor Eduardo Barre, director de los Servicios Ganaderos.
El médico veterinario recordó que la primera ley de garrapata es de 1940, la segunda de 1956 y la tercera de 2010. “El Estado ha contribuido con muchas herramientas para controlar la garrapata”, comentó. “En el año ‘85 se modificaron muchas herramientas y ahí apareció el despacho de tropa y entró a colaborar la profesión liberal sobre la cual se delegó mucho de lo que hacía el Estado.
Agregó que en 1978, en Salto, “había casi un inspector por seccional policial, hoy no tengo esa capacidad de gente para hacer este tipo de trabajo, es imposible y sería un costo muy grande para el Estado. La herramienta humana es más chica y tenemos que ser más efectivos”.
Consultado sobre si se aplican las penas para quienes incumplen la normativa, dijo que “el proceso administrativo es bastante largo y la sanción llega después de un tiempo muy largo, con facilidades de pago. Es una herramienta que se puede cambiar y endurecer un poco más. Además de sancionar adecuadamente”.
Lo que parece ser un punto débil en el sistema es el proceso administrativo. Barre dijo que es demorado por la dinámica que posee, pero “el productor tiene que hacer sus descargos, esos descargos son estudiados” y además “todo se hace a papel” y lleva su tiempo. “Tal vez deberían acelerar ese proceso”, consideró.

NUEVAS DROGAS

El director de Servicios Ganaderos señaló que tampoco es una solución el ingreso de nuevas drogas, porque eso “depende de los fabricantes de los productos químicos y no es fácil” sacar al mercado un nuevo producto.
“La campaña de la garrapata tiene gran pérdida para el productor por lo que provoca al propio animal, pero a nivel internacional ningún mercado nos dice que tenemos que luchar” contra esa plaga. “Solo hay dos países que tiene campaña contra la garrapata, son Argentina y Uruguay”.
Lo que sí hay son “otras exigencias internacionales con las que tenemos que tener cuidado, son temas de inocuidad y se vinculan a la garrapata y los químicos que usamos para su combate, ahí entran por ejemplo Fipronil y Ethion”.
Si los mercados a los que enviamos nuestra carne “encuentran residuos” de medicamentos como los mencionados “pueden protestar y nos refuerzan los rastreos y hasta pueden suspendernos”.
Por otra parte, Barre explicó que “hay productores que controlan la garrapata y manejan muy bien la parasitosis y algunos sin resistencia”.
Para Uruguay “la estrategia no es solo de productos químicos, que es como está basada esta campaña. También hay otras herramientas; se está trabajando con niveles de crecimiento, en biológicos y homeopatía, que son herramientas que ayudarán. A eso se debe sumar las estrategias que cada productor puede hacer sobre el movimiento de sus animales dentro del establecimiento”.
Sobre los biológicos acotó que los que se han presentado “no llegan a los niveles” de efectividad que Uruguay requiere. “Son biológicos de otros países”, precisó.

Tratamiento temprano

En Uruguay se insiste “hace muchos años” con “el tratamiento temprano” como la forma más eficaz para combatir el parásito, “o sea en fines de julio y principios de agosto, que es cuando hay pocos parásitos en el animal y no se ven” en su pelaje, “pero la mayor cantidad de parásitos, en el entorno del 90%, están en el suelo”, comentó, y añadió que “desde hace muchos años insistimos en el ciclo no parasitario, que hay que conjugarlo con el parasitario, para saber en qué momento empezar a hacer el tratamiento”.
Barre expresó que la resistencia y la disminución de la sensibilidad de los químicos hacia los parásitos es un factor que agrava el problema. “Tenemos que hacer una estrategia y saber qué garrapata tenemos en nuestro campo, conocer su perfil para poder tratarla adecuadamente. No podemos usar un principio activo sin tomar todas las recomendaciones posibles para un buen tratamiento”, subrayó. Además “hay otras herramientas que se están estudiando y que pueden ayudar en el control de esta enfermedad”, pero “si no tomamos las medidas de forma temprana y sobre todo en el tránsito de animales” no se lograrán los resultados buscados.

EL CAMBIO CLIMÁTICO

Consultado sobre cómo afecta el cambio en el clima, Barre dijo que sí hay afectación, y que las variaciones con inviernos no tan fríos generan “cambios en los ciclos, tanto no parasitarios como parasitarios”.
“Hace unos años Uruguay tenía tres generaciones de garrapatas según los estudios de los años ‘80, hoy tenemos 3 generaciones y media y en algunos puntos podemos hablar de casi 4 generaciones. Todo este cambio climático favorece su desarrollo”, dijo.
“Las tres generaciones de las que hablamos son: la primera de agosto, la segunda de noviembre y diciembre y la tercera esta que está transcurriendo ahora”.
Las modificaciones climáticas “pueden ser de ayuda o pueden perjudicarnos. Por ejemplo las secas conspiran contra el proceso del parásito. Este año, en el transcurrir de la seca, bajamos un poco los brazos y la condición del parásito mejoró por el clima y hubo una explosión”, precisó. Esas son todas cosas que “el productor tiene que tener en cuenta cuando recorre su campo, revisando los animales para tomar las medidas correctas. El parásito trabaja todo el día y no para”.
FERIAS ganaderas
Respecto a una mecánica que parece no funcionar para el control de movimiento de ganado, con camiones que llegan a los locales ferias y son devueltos por la presencia de garrapata, el profesional dijo que el Ministerio está en todos los predios, previo a la salida de ganado para las diferentes acciones.
Sin embargo aclaró que “tenemos el despacho de tropas que es para ciertas áreas y así mismo cumple el 50%”, de todas formas se está tratando de cumplir “cabalmente con las disposiciones, porque es una herramienta de la estrategia de la campaña”. “Es fundamental que antes de mover el ganado hay que tratar a los animales para que no lleguen con parásitos a otro lugar”, aseveró.
La normativa es clara. Si el establecimiento no está interdicto se puede salir y transitar sin problema, pero en caso de estarlo “se tiene que organizar la tropa que va a salir, para que lo haga limpia. La ley dice que está prohibido el tránsito con garrapata viva o muerta. Hay una sola excepción que es hacia frigorífico y con la denuncia previa, pero no se puede transitar con garrapata”, remarcó.