“Salsipuedes demuestra que no hubo un intento de convivir con el indígena”

A raíz del petitorio realizado por diferentes organizaciones indígenas para la declaración como Sitio de Memoria de Salsipuedes, en el límite entre los departamentos de Paysandú y Tacuarembó, se llevó a cabo un conversatorio, organizado por la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (Inddhh).
Claudia Kuzma, funcionaria de Inddhh, en una breve introducción explicó que la instancia tuvo como objetivo “promover un espacio de diálogo y de debate sobre la identidad indígena en nuestro país”, y señaló que el ciclo se va a realizar a lo largo del 2021, a través de las redes, dado el contexto de pandemia en que nos encontramos. De hecho el intercambio se realizó a través de una plataforma virtual y fue emitido en vivo a través del canal de YouTube de la Inddhh, donde permanece publicado.
Kuzma señaló que el derecho a la identidad cultural es “el gran paraguas de este conversatorio”, y que este concepto “tiene que ver con el derecho de todo colectivo étnico cultural y de sus integrantes a conservar su propia cultura, su patrimonio cultural tangible e intangible, su memoria histórica y su presente y a ser reconocidos como diferentes en sus relaciones con otros grupos de la sociedad”. La funcionaria agregó que, por ende, “comprende el derecho a que se respeten sus conocimientos, sus creencias, sus artes, su moral, su religión, sus normas y prácticas y el derecho de sus miembros de pertenecer a una cultura y a no ser forzado a pertenecer a una cultura diferente”.

RECIENTE Y NO RECIENTE

A su tiempo, Javier Correa, representante de la Universidad de la República en la Comisión de Sitios de la Memoria de la Historia reciente, recordó que este petitorio de las organizaciones se realizó al amparo de la Ley N.º 19.641 de agosto de 2018, la que fue “votada por unanimidad de 23 senadores presentes, en julio de ese año”.
Apuntó que la ley habla de “declaración y creación de sitios de memoria del pasado reciente” y que la comisión que integra, que se formó a partir de esa norma, tiene por cometido “recibir, instruir y resolver las solicitudes que llegan de declaración de sitios de memoria histórica o de señalaciones, que se reconocen como las placas colocadas en los lugares donde el estado violó los derechos humanos, o donde hubo gestos significativos de resistencia”, y que si bien se alude específicamente en la ley al “pasado reciente”, se considera posible que a través de las solicitudes se traten planteos referidos a otros períodos “donde el estado haya violado los derechos humanos o haya habido expresiones significativas de resistencia popular”.

MEDIDAS REPARATORIAS

Martín Delgado, integrante del Consejo de la Nación Charrúa, fue uno de los redactores del petitorio elevado a la comisión para que se declare Salsipuedes como sitio de memoria, y fue uno de los participantes del conversatorio.
“Lo que queremos hablar es del genocidio indígena que hubo en este país, el genocidio indígena que nos ha despojado de territorios, que nos ha despojado de nuestra cultura, de nuestra lengua”, planteó, a la vez señaló que “Uruguay es el país que tiene la legislación en materia de derechos indígenas más atrasada de todo el continente” y que en nuestro país persisten “desigualdades socioeconómicas, que recién ahora se están empezando a vislumbrar”.
Explicó que la persecución contra los grupos originarios comenzaron antes de la conformación del actual estado uruguayo, pero que las responsabilidades de este tienen que ver “con las campañas del general Rivera, porque ya existe el Estado, existe la República Oriental del Uruguay, ya un presidente fue el que impulsó una campaña de limpieza étnica, y ningún otro gobierno quiso establecer medidas reparatorias. Eso es lo que nosotros queremos impulsar, que se nos reconozca, que se reconozcan esas campañas, que se reconozcan esas medidas reparatorias” afirmó.
Para Delgado en los hechos de Salsipuedes se demuestra que “no hubo un intento de convivir con el indígena, hubo un intento de aplastar al indígena”.
Rechazó algunas formas de justificación de los hechos que aluden a ellos como propios de su tiempo y advirtió que hay “una naturalización del racismo; pobre de nuestra sociedad si naturalizamos el racismo, si naturalizamos una historia racista; pobre de nuestra sociedad uruguaya”, y enfatizó en que “si bien no existían conceptos como ‘Derechos Humanos’, sí hubo voces en la época que condenaron las campañas militares genocidas, que calificaron esos hechos como ‘tiranía’, que en el concepto de la época se tiene que entender que es una dictadura, una acusación de prácticas dictatoriales”, pero que estas voces no son tenidas en cuenta en el relato oficial.
“En el fondo hay un problema, y es lo que hemos visto en estos días, que Salsipuedes y las campañas genocidas han sido constituyentes del Estado uruguayo y de las relaciones sociales, por eso es que parte del sistema político ha reaccionado tan virulentamente contra el reconocimiento de las deudas que tiene las sociedad con los pueblos originarios”, argumentó.