Jorge Larrañaga descansa en su Paysandú querido

“Sentimientos encontrados”, dijo el presidente Luis Lacalle Pou en el Cementerio Central al despedir con honras fúnebres de Secretario de Estado a Jorge Larrañaga, en un fría mañana, marcada precisamente por eso, por el dolor de haber perdido a una figura preponderante de la política sanducera y nacional, y por el orgullo de todo lo que hizo, de lo que logró como Intendente de Paysandú, como Senador de la República y como Ministro del Interior.
Siguiendo el protocolo establecido por el Ministerio del Interior, ocho coraceros fueron delante de unos ciento cincuenta jinetes y sus caballos, sin estandartes, solo con el pabellón nacional y la bandera de Paysandú. Autoridades nacionales –varios ministros además del Presidente y el Secretario de Presidencia– siguieron el sepelio, en tanto en el Palacio Municipal el intendente departamental Nicolás Olivera acompañado por los exintendentes Guillermo Caraballo, Bertil Bentos, Julio Pintos y Walter Belvisi (Álvaro Lamas no se encontraba en la ciudad) colocó la bandera de Paysandú sobre el féretro.
Su familia, sus cuatro hijos y su viuda, conteniendo las lágrimas, estuvieron siempre presentes, También con esos sentimientos encontrados de perder físicamente a un padre o esposo, pero con la íntima certeza que el Guapo escribió a pura pasión una historia de entrega a la actividad pública a partir de sus ideales, de su artiguismo, de su ser sanducero.
Y en todo el recorrido, cientos de sanduceros –muchos con banderas nacionales o del Partido Nacional– presenciaron acongojados el pasaje del cortejo fúnebre. Otros cientos se congregaron en el Cementerio Central pero no pudieron ingresar por las medidas sanitarias vigentes.