Para Bertil Bentos, Larrañaga fue “un titán que abría camino y había que seguirle el paso”

Bertil Bentos, uno de los hombres que acompañó a Jorge Larrañaga desde sus inicios en política, afirmó a EL TELEGRAFO que “esta noticia inesperada repercute en la vida del país, por lo bien que estaba llevando adelante su cartera de Interior, por su familia y por el Partido Nacional, porque él era un hombre de partido”.

Recordó que “tuvimos el acercamiento con él, siendo ambos blancos de cuna, cuando salimos de la dictadura y en 1984 nos encontramos haciendo campaña electoral y en 1985 asumimos los dos como ediles. Desde entonces tuvimos un vínculo muy fuerte, todos aprendiendo en la salida de la dictadura manejándonos con un Legislativo que no había existido los 12 años anteriores”.

“Después de eso, en 1989, hicimos la campaña electoral en favor de su candidatura a la Intendencia, lo que logramos gracias al apoyo que tuvimos en todo el departamento, lo que significó que llegada la madrugada del día de las elecciones, se celebrara en Paysandú con la salida en el carro. Y nosotros en Guichón también celebrando el triunfo a nivel departamental del Partido Nacional, y el haber llegado a que el intendente fuera Jorge”.

Su nombre Tiene que estar

Dijo que “cuando él asumió, me llamó para ocupar el cargo de director general de Servicios, donde estuvimos todo el período de gobierno. Luego se dio la reelección, y pasados los 10 años lo apoyamos para que fuera en las internas candidato a la Presidencia con Nueva Fuerza Nacional y luego con Alianza Nacional, donde lo acompañé como fundadores de los dos núcleos políticos del Partido”.

“Lo que me gustaba con él, cuando fui director general, era salir con todo el equipo de gobierno a recorrer los barrios, hacer reuniones y también ir por todo el interior del departamento, rincón por rincón, dando la cara a toda la gente que esperaba que llegara Larrañaga para dar respuesta y soluciones a las cosas que pasaban en el campo, fundamentalmente. Con él trabajamos mucho, lo acompañamos en la construcción del Anfiteatro del Río Uruguay, que para mí fue una de las obras más importantes que se concretaron en los últimos tiempos, y merecería que el Anfiteatro llevara el nombre de Jorge Larrañaga, porque es merecido, o algo tal vez de mayor rango. Pero el nombre de Jorge tiene que estar estampado en alguna placa, en algún lugar del departamento de Paysandú, que no lo va a olvidar por la marca que nos dejó y el camino que llevó adelante en todo orden de la vida”.

Se perdió “un valor formidable”

Sobre Larrañaga, dijo que “era un luchador que llegó al Senado y lo repitió dos veces, fue candidato a la Presidencia de la República y siempre lo apoyamos. Y ahora celebramos con él y toda la gente del Partido la llegada al gobierno del Partido Nacional a través de la candidatura de Luis Lacalle Pou que él mismo, después de las elecciones internas, apoyó. Era un león, un titán, con una fuerza y una pujanza que el abría solo el camino y había que seguirle el paso, que era de una gran vitalidad y fortaleza. Seguimos su paso durante los 10 años de gobierno departamental, y cuando tuvimos la posibilidad de llegar a ser Intendente de Paysandú, tuvimos un vínculo muy fuerte con él, logrando muchas cosas a través de su intervención en favor de su departamento, al que él quería tanto. Hicimos una gran caravana para celebrar nuestra llegada a la Intendencia departamental, y nos abrazamos tan fuerte que trasmitía todo el afecto que sentía por haber llegado y haber logrado la Intendencia el Partido Nacional”.

Afirmó que “el Uruguay, el concierto político nacional, el departamento y su familia pierden un valor realmente formidable, y nos deja un ejemplo de que con fuerza y ganas las cosas se pueden lograr, como él lo venía logrando. Y creo que esa misma pujanza y fervor fueron haciendo mella en su estado físico y tal vez puede haber sido un desencadenante de lo que pasó”.