Representantes del Sunca, trabajadores y familiares recordaron la tragedia ocurrida en 1987 en que cinco trabajadores de la industria de la construcción, que cumplían labores en la obra de Azucitrus, murieron a raíz de un derrumbe.
El fatídico hecho, aún recordado por los sanduceros, se cobró la vida de cinco operarios: Walter Amado López, Juan Sofildo Pintos, Juan Ramón Bergara Bandera, Carlos María Gerardo Pereyra y Amado Aranda, y dejó además 13 heridos de gravedad.
Como cada año, se realizó un acto recordatorio en que participaron representantes del sindicato a nivel nacional. En tal sentido, Daniel Ayala expresó que es necesario “tener en la memoria en este presente el accidente fatal ocurrido hace 34 años cuando 5 trabajadores de la industria perdieron la vida y otros 13 quedaron heridos profundamente y a raíz de este accidente fatal, que no solo se sintió a nivel departamental sino también nacional, donde la industria de la construcción y sus familias sienten el rigor del dolor y da continuidad a la lucha de que la vida está primero”.
Dos años después, dijo, “en 1989 comienzan a aparecer los primeros vestigios de la seguridad e higiene a nivel nacional. A raíz de esta profunda desagracia es que nace la fuerza y la lucha, porque todos y todas tenemos derecho a la vida. Y a esta organización sindical desde todos los tiempos viene bregando constantemente en la profundización de que tenemos el derecho de llevar dignamente el pan y luego de la jornada laboral llegar sanos y salvos a nuestra casa”.
En tanto, el secretario general nacional, Richard Ferreira, destacó que se trataba de un día “de recuerdo, de reflexión y de compromiso que este gremio asumió hace tantos años, en la idea de construir una industria sin accidentes laborales y una industria donde el trabajo no fuera la causa de la muerte, donde (podemos) sentirnos dignos de ser trabajadores de la construcción”.