El Intendente Nicolás Olivera dijo a EL TELEGRAFO que “no está ingresando gente a la Intendencia como empleado municipal. En febrero de 2010 la Intendencia tenía una plantilla de 1.904 funcionarios, hoy son 1.645, y la idea es estar por debajo del 50% del presupuesto en el pago de sueldos y beneficios, y empezar un proceso de sustitución de mano de obra menos calificada, que los propios funcionarios vayan generando calificación de su trabajo, obteniendo grados en la estructura municipal.
Por ejemplo, la maquinaria nueva que se está comprando, estamos haciendo llamados para que la gente de la Intendencia la pueda operar.
La idea es que el que está abajo, a pie, pueda calificarse para manejar la máquina. Podemos suplir la mano de obra no calificada, pero no la calificada, porque la debe hacer un municipal”.
La Intendencia Departamental prevé trabajar en vialidad con cuadrillas municipales, sin contratar empresas para la mayoría de las obras.
El intendente Olivera explicó que “nos fijamos una hoja de ruta donde definimos qué es lo que iba a hacer la Intendencia, y hacerlo bien, fundamentalmente en obras. A partir de eso definimos los procesos y que íbamos a hacer carpeta asfáltica, tratamiento bituminoso, caminería rural y algo vinculado a hormigón. Ahí se acaba la capacidad que tiene la Intendencia y ponemos todos los recursos en eso. Y lo que venga por encima de eso será con terceros, empresas contratadas”. Aclaró, sin embargo, que “las obras por fideicomiso se van a hacer a través de empresas contratadas”.