Uruguay cumplió con lo planificado. Le ganó 2 a 0 a Bolivia para cortar una racha sin triunfos de cinco partidos y selló el pasaje a los cuartos de final de la Copa América por el Grupo A. Es cierto que se quedó cortísimo en el tanteador, que generó más de una decena de ocasiones claras y solo pudo concretar dos, más allá de que el primer gol fue en contra.
Pero mostró otra cara. Tuvo claridad a la hora de jugar la pelota, le imprimió velocidad al juego, mostró dientes apretados cuando fue necesario, y tuvo pocos puntos bajos. Seguramente en el ataque, teniendo en cuenta la enormidad de ocasiones que se desperdiciaron aunque el golero Lampe fue figura, pero también hubo alguna complicación en defensa cuando los bolivianos, que mostraron muy poco, se acordaron de inquietar.
Rápidamente Uruguay tomó la posesión del partido y se acercó con peligro. Pero Bolivia sorprendió tomando las espaldas de la defensa para encender la luz de alarma con un remate cruzado apenas afuera.
Después, Uruguay no tuvo mayores inconvenientes. Como se esperaba Nandez le puso intensidad en el sector derecho a la hora de soltarse y que el equipo se quedara con tres en el fondo, encontrándose con Valverde. Y del otro lado, Viña tuvo más salida y se encontró con De la Cruz de buena manera.
Vecino no solo recuperó sino que ofició de lanzador en muchas ocasiones, y De Arrascaeta pudo generar juego y contar con ocasiones de gol acompañando a los delanteros, que tuvieron muchas chances pero pudieron concretar apenas una.
Lampe fue clave. Sacó todo lo que anduvo cerca, y ganó prácticamente todos los mano a mano. Apenas no pudo cuando sobre el final del primer tiempo De Arrascaeta se metió en el área y metió la pelota al medio para el ingreso de sus delanteros, pero Quinteros se la llevó puesta y terminó rebotando en el golero antes de entrar al arco.
El complemento también fue todo celeste. Pero se generó como nunca, y se desperdició también como nunca teniendo en cuenta la calidad de la ofensiva de Uruguay. Apenas Bolivia quiso otra cosa en el inicio del complemento, pero se vio luego superado. El ingreso de Torres volvió a ser positivo. El desfachatado delantero de Peñarol tuvo un par de chances que no concretó, pero fue quien terminó por servirle el gol a Cavani, que definió de frente al arco, para sellar el triunfo de un Uruguay que no dejó de buscar, y que desperdició ocasiones de manera poco creíble, como la última de otro ingresado, Maxi Gómez.
Uruguay ganó. Pudo golear, pero lo importante es que mejoró, ajustó funcionamiento y fue muy superior más allá del rival. Ahora cerrará la serie ante Paraguay, buscando no quedar en el cuarto lugar para evitar a Brasil en los cuartos de final del torneo continental.
