Sin autoridades ni ceremonia, comenzó una rara Copa América

Esta extraña Copa América 2021 se puso en marcha. Había que jugarla a como diera lugar, pero en épocas de coronavirus quedó claro ayer que todo se hizo a las apuradas después de que se descartara a Colombia y Argentina como sedes, y se confirmara a Brasil.
Estaba visto que no iba a haber público. Pero ayer ni siquiera concurrieron a la apertura de la Copa América las autoridades que iban a ser lideradas por el presidente brasileño Jair Bolsonaro.
De ceremonia, más allá de que no hubo público, ni hablar. Apenas se ingresó el trofeo a la cancha, se apreció el video de la canción de la Copa y unos pocos fuegos artificiales fueron parte de una ceremonia inaugural inexistente.
Después fue tiempo de fútbol. Y de ver un pantallazo de lo que puede pasar con esta polémica edición de la Copa América, desvirtuada por la pandemia y por la insistencia de la Conmebol de no parar la pelota pese a la opinión de todos: el coronavirus ya jugó el primer partido.
Es que si bien Brasil ganó bien, y para nada extrañó que el gran favorito a quedarse con el título venciera en su debut, hay que señalar que la delegación venezolana sufrió mucho por el coronavirus y presentó una selección diezmada.
Es más: algunos de los jugadores venezolanos apenas tuvieron tiempo de desembarcar en el aeropuerto e integrarse al equipo, luego de que 15 futbolistas tuvieron que viajar desde Caracas el sábado después de que 11 miembros de la delegación, entre ellos ocho jugadores, dieran positivo y fueran aislados.
Pero hay más: tres jugadores bolivianos también dieron positivo en Goiania, donde su selección enfrentará hoy a Paraguay por el Grupo A, y dos miembros del cuerpo técnico de Colombia, que se presentó anoche en Cuiabá ante Ecuador, por el B, tuvieron el mismo resultado. Y seguramente aparecerán más casos.
Mientras, hay que jugar. No importa de qué manera con qué jugadores. Lo cierto es que, en lo estrictamente deportivo, está todo desvirtuado, y seguramente varias selecciones irán perdiendo potencial, si se mantiene esta mala racha con la que comenzó la Copa. Pero la pelota tiene que seguir rodando dejando de lado el viejo refrán del fútbol, aquel que reza que gane el mejor.