Solicitada: ¡No veo las horas de que empiecen las clases!

Es el dicho de una madre, preocupada por esta situación difícil que estamos viviendo. Creo que es el dicho de muchas madres y muchos padres, que deben hacer de maestros de sus hijos, ayudándolos en las tareas escolares y liceales.

El gran problema que se presenta, es que ellos sienten que no están preparados para asumir esas responsabilidades.

Hace unos días, una madre, exalumna mía, me pidió ayuda por internet, para, a su vez, ayudar a su hijo con las fracciones, nada más ni nada menos. Un tema del cual escuché opinar a una inspectora de Matemáticas, que es muy difícil dominar totalmente. De esos temas que rompen la cabeza.

Los ejercicios estaban muy bien, para hacer pensar, pero ya sabemos que un chico de 12 años no piensa muy bien, aún le falta mucho para el razonamiento abstracto.

Según mi opinión, aprender matemáticas por internet, es una tarea bastante agobiante para el alumno, ni qué decir para los padres que no tienen suficientes conocimientos, ni la didáctica para enseñar, y que además tienen otras obligaciones que cumplir, y a veces, poco tiempo. Aún para el maestro o profe, es complicado.

¿Qué sucede con aquellos alumnos, niños o adolescentes, que tienen dificultad para este aprendizaje? Un pensamiento que me tortura.

Puedo opinar con propiedad en este tema, porque lo he experimentado a lo largo de mi vida. Están los alumnos que tienen una gran facilidad y aprenden prácticamente solos. Pero también están aquellos que no pueden aprender, por ejemplo, a dividir, por más que la maestra se preocupe. Me ha sucedido. Por más que traté de sacarlos a flote, no pude.Comprendo perfectamente a esos niños. ¡Porque a mí nadie me saca a flote si me empantano en un lodazal de música, baile y gimnasia!

Cuando leo la noticia del fracaso en las evaluaciones de matemática y comprensión lectora, me pregunto siempre ¿qué se hace con esos alumnos que no aprenden, que no razonan como se debería? ¿Cómo se les “reforma” la cabeza?

¿Los dejamos repetidores una y otra vez, y dejamos que salgan de la escuela ya adolescentes, que no están a gusto con los niños menores que ellos? ¿Los hacemos pasar mal emocionalmente para que aprendan a calcular y a comprender un texto? ¿O los orientamos para que aprendan un oficio donde puedan desempeñarse bien?

Tiene razón el filósofo español, quien dice que ya no es tan importante tener el conocimiento, para algo están las computadoras, las tablets (tabletas) y los celulares. Lo importante es enseñar a usar la inteligencia, para desarrollar el sentido crítico.

Por mi parte, agregaría que hace falta insistir en la educación emocional, para hacer frente al fracaso y para saber actuar de acuerdo a las circunstancias.
¿Es necesario saber dividir para poder vivir?

Los alumnos que terminan secundaria, si es que la terminan, no están preparados para entrar al mundo del trabajo. ¿De quién es la culpa?
Pienso que es del sistema que tenemos instalado. (Sé que más de uno me criticará por meterme en camisa de once varas: pero no importa, digo mi opinión. creo que he aprendido a usar la inteligencia, con tantos años de práctica).

Los programas de Primaria son demasiado extensos y exigentes, se enseñan las materias del liceo, y los maestros soportan tremendas exigencias para planificar, aunque ahora usen la computadora.

En secundaria se enseñan las materias por separado, sin adaptación a la realidad, donde todo está relacionado con todo. En ese sentido, en la escuela se trabaja mejor, porque se relacionan las distintas materias, amalgamadas en los temas.

Respecto a la evaluación, pienso que se debería evaluar personalmente a cada alumno, teniendo en cuenta sus habilidades y aptitudes sin hacer hincapié en sus dificultades, y teniendo en cuenta el aspecto emocional. E insistir en el trabajo en equipos, para que el que sabe más ayude a los que tienen dificultad y para que cada uno aporte lo suyo. Porque en la actualidad, es así como se trabaja en cualquier ocupación, o como se debería trabajar. Pienso que la enseñanza actual es demasiado “humanística” y se necesita que sea más tecnológica, para adaptarse al mundo actual. Se necesita más UTU y más Universidad tecnológica.
¡Y se necesita ponerle música a las clases, a todas las clases!

Siempre recuerdo mis antepasados, que apenas fueron tres años a la escuela, y no sabían mucho de lectura. Ni de matemáticas. Pero hacían trabajos increíbles, que muchos ingenieros con título no saben hacer.

He leído que en Francia están volviendo en la escuela a las prácticas de años atrás, la copia, el dictado, las tablas de memoria, porque son métodos más efectivos para aprender.

Así que al final, no eran tan malos los métodos que antes usábamos.

Se está reivindicando a la memoria y su importancia para el aprendizaje. Porque antes nos decían que lo importante es razonar, pero si no tenemos una base de memoria, es imposible razonar, la “compu” no funciona sin memoria, y el cerebro es la computadora más perfecta.

En este país siempre copiamos a los europeos. Ahora deberíamos hacer lo mismo.

Bueno, dejo de “doctorear” en temas en que tal vez no estoy tan capacitada para tratar y espero que no me regañe alguien más sapiente.

Sanducera