Solicitada: Dimes y diretes

Negacionistas, qué palabra desagradable, una palabra inventada en esta pandemia, como hisopar, otra horrible palabra.
Me veo obligada a insistir con esta palabreja, porque uno de mis amigos, que es enemigo de la vacuna, me ha dicho que se sintió discriminado por el término. Según él, esta palabra de moda, se usa para ridiculizar a quienes piensan distinto, cosa muy lejos de mi intención. Es verdad que estamos en democracia, lo cual significa que cada uno es dueño de usar las palabras que desee, o de hacer lo que quiera, siempre que no perjudique a nadie.

Personalmente, cuando usé esa palabra que no me gusta nada, no me refería específicamente a los antivacunas, sino a todos aquellos que con sus dichos y acciones, se oponen a las reglas que todos deberíamos seguir, y que causan el aumento de los casos del virus. Soy también negacionista, en el sentido de que me niego a usar el nombre del virus.

Hablaba de quienes eligen no respetar las reglas para protegerse y proteger a los otros: usar mascarillas, no aglomerarse, no realizar fiestas, encuentros y manifestaciones innecesarias e inoportunas.

Pero hablo también de aquellos que se oponen a todo por principio, por razones ideológicas, políticas, olvidándose que se trata de un asunto vital, en que la discrepancia no debería existir. No se debería perder el tiempo en discusiones estériles, que a nada conducen, sino a aumentar la grieta, que ya existía de antes.
Ahora sí que deberíamos tener un Pensamiento Único, sin discrepancias: vencer al virus.

Me refería también a quienes aún sostienen teorías acerca de personas o empresas maléficas, que quieren terminar con los viejos y establecer un nuevo orden mundial. Pueden ser valederas o no, pueden ser creíbles o no, pero no podemos dejarnos llevar por ellas. Entre no hacer nada y hacer algo, hay una gran diferencia.

Nadie sabe si las vacunas serán realmente muy efectivas, creemos que sí, aunque no son la panacea, ya lo sabemos. Son experimentos, dice mi amigo. Una vacuna siempre ha partido de uno o de muchos experimentos, porque antes de inventarla nadie sabía el resultado. Pero sí se ha visto, por ejemplo, que la vacuna de la polio sirvió para detener la enfermedad. Y cuando la aplicaron por primera vez, nadie sabía de qué estaba hecha, a la gente sólo le interesaba que no hubiera más enfermos.

Los médicos, cuando están ante un caso grave para el cual existen distintos tratamientos, pero con efectos a veces muy perjudiciales, deben elegir alguno que les parezca más beneficioso, el menos riesgoso, a pesar de las contraindicaciones. Esto lo dicen las guías para los médicos, no lo inventé, lo he leído.
Y en este caso del virus, algo había, hay que hacer, aunque esté sujeto a errores, que siempre los habrá, porque somos humanos, aunque a veces no lo parezca.
Los científicos del GACH, han tenido una excelente actuación, que hay que agradecer. Pero ellos no son dioses, y no lo tienen todo tan claro, también tienen incertezas, también tienen discrepancias entre ellos, aunque no las publiquen. hacen lo que pueden y creen es lo mejor. Un científico que se precie de tal, trata de buscar la mejor solución.

Claro que en el mundo existen seres maléficos, que buscan perjudicar a otros, claro que el Mal existe, por algo existe el Bien, para contrarrestarlo, según dicen los filósofos.Pero

no podemos dejarnos enloquecer por tanta negatividad. Tenemos que creer que vencerá el Bien.

Dice uno de mis exalumnos: “No culpo a ningún gobierno, ni siquiera a los de Argentina y Brasil. La gente tiene que seguir las recomendaciones y así cuidarse para que no le pase nada. Las grietas se ven cuando la gente sale y se aglomera, cuando hacen tamborileadas, sin tapabocas y sin cuidar distancias. Ahí se ve la sociedad egoísta que tenemos.

Cuando éramos adolescentes y salíamos, nuestra madre nos decía: Ponete una campera que te vas a enfermar. Y bueno, te abrigabas y no te enfermabas.
La culpa la tiene la gente que no hace caso. Algunos subestimaron la enfermedad y se fueron…
Es verdad, vivimos en democracia, y tenemos derecho a negarnos. Pero por favor, seamos negacionistas de la desobediencia a las reglas sanitarias.
Sanducera