El uso de terapias alternativas está ampliamente extendido en nuestros días –en realidad son alternativas ahora, porque en cierta forma existieron desde el inicio de los tiempos– y su uso es posible y efectivo no solamente en los humanos, sino también en los otros animales con los que compartimos el planeta, incluidas las mascotas.
Combinadas con la medicina convencional, las terapias alternativas han brindado resultados efectivos a quienes se han animado a probarlas, la mayoría de las veces como complemento y otras veces como opción principal, según decisión de los pacientes.
Para saber un poco cómo ha evolucionado esta rama de la medicina natural y cómo es posible aplicarla en nuestros compañeros cuadrúpedos, consultamos al veterinario holístico Germán Matosas, homeópata y especialista en el uso de otras terapias alternativas, como el cannabis medicinal.
Desde su visión integral en el apoyo a las familias multiespecie –también se ocupa de las personas a través del reiki y otras terapias holísticas– y siendo parte de un encantador grupo humano-canino-felino y otras especies en su hogar a las afueras de la ciudad, Germán brindó abundante información a Con-tacto Animal, que por razones de espacio debemos resumir.
Es que las novedades en este campo son muchas y se trata de un área prácticamente inexplorada, relegada en parte por la ciencia dado que no existían comprobaciones certeras, hasta que mediante las investigaciones pertinentes se han ido demostrando resultados en los hechos.
HOMEOPATÍA PARA TODOS
Comentó Germán que “se pueden usar en casi todas las especies, por supuesto dependiendo del tipo de terapia a aplicar. La homeopatía puede recibirla cualquier especie, ya que se trata de la dilución y potenciación de un elemento vegetal, animal o mineral, que se ingiere en forma líquida. Puede curar síntomas de todo tipo de cuadros, por ejemplo digestivos, articulares, etcétera”.
“Cuando la medicina tradicional no alcanza o no existen tratamientos específicos, es cuando toma protagonismo la terapia alternativa. Yo utilizo las dos, no estoy adherido a una sola opción, es por eso que estoy en el campo de la medicina holística”, aclaró, ampliando que “quedarse solo con una parte de la medicina es como quedarse ‘rengo’, y nos perdemos esta oportunidad de ayudar en todas las formas a humanos y a los otros animales”.
Considera que la homeopatía es la que mayor resultado da en este campo. “Se prepara específicamente para cada individuo, de acuerdo con sus características particulares, no solo físicas sino también desde el punto de vista emocional, por eso es importante conocer al animal y tener la mayor información posible para que el producto tenga el efecto deseado”.
EL CANNABIS Y SUS VARIADOS USOS
Respecto a la terapia cannábica, resaltó la serie de estudios que se ha llevado a cabo y se sigue realizando en relación al uso del cannabis a nivel científico. “Se descubrió que el cuerpo cuenta con un sistema endo-cannabinoide, es decir que nuestro cuerpo cuenta con receptores para cannabinoides, de manera que cuando esos receptores se activan con los aceites esenciales de la planta de cannabis, producen diferentes efectos”.
Se refirió entonces a los cannabinoides THC y CBD –este es el más utilizado por no tener efecto sicotrópico– y la posibilidad de su uso en mascotas, sobre todo perros y gatos, cuyos organismos “también cuentan con sistema endo-cannabinoide, como la mayoría de los animales”.
Nuevamente, para el uso de esta terapia, se analiza cada paciente en particular, sus características integrales, para una correcta y efectiva aplicación.
Los beneficios del cannabis son muchos, resaltó, pues hasta se ha comprobado su efecto positivo en casos de cáncer. Explicó que el cannabis calma el dolor –ya sea crónico, quirúrgico, etcétera–, al inducir la segregación de hormonas que ayudan en tal sentido.
“En mascotas se usa con muy buenos resultados y con mínimos efectos adversos, si los hubiera, al contrario de otros medicamentos”, aclaró.
Asimismo, es de suma utilidad cuando se requiere un cambio de comportamiento en el animal, pues “ayuda a reducir niveles de ansiedad, estrés, agresividad, violencia. Ayuda a la hora de mejorar el vínculo con los dueños y es una herramienta útil para el entrenamiento, para que el animal pueda convivir con su especie y con el ser humano. Es un complemento muy valioso, destacado por profesionales del área de la conducta animal”.
“También tiene aplicación para cuadros de epilepsia, tanto en humanos como mascotas; es un poderoso antiinflamatorio, en procesos de inflamación crónica, no solo articular sino de otros tipos, como en el asma”, enumeró Germán, generalizando que “tiene muchas virtudes y recién se está empezando a investigar a fondo”.
APITOXINA
Comentó asimismo la posibilidad del uso de la apitoxina, “que también se aplica en casos de dolor e inflamación, ya sea a nivel articular o en enfermedades crónicas”.
“Asociada con la quiropraxia, la apitoxina ha dado buenos resultados. Hemos recuperado animales que estaban inválidos, no había lesiones de columna grave, pero sí la invalidez provocada por dolor o inflamación. Eso lo logramos controlar y pudimos darle a esos animales una calidad de vida aceptable, que pudieran desarrollar su existencia de la mejor manera posible”.
ANIMARSE A PROBAR
Manteniendo su convicción en el uso de ambas ramas de la medicina, complementándolas, Germán insiste en ver al individuo como “un todo”, pues “todos somos animales, por lo tanto aquello que funciona en el humano puede trasladarse a la mascota, atendiendo a sus características particulares”.
En tal sentido, varias son las experiencias exitosas por la aplicación de ambas opciones, y muchas veces hay propietarios que desisten del uso de medicamentos convencionales y se vuelcan al uso de terapias alternativas porque así también lo han hecho en su vida propia, y así lo eligen para sus mascotas.
Todo está –como lo explica Germán– en probar y ver los resultados, ya que los riesgos o efectos secundarios son mínimos y la posibilidad de intoxicaciones graves es prácticamente nula.