El rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arim, se mostró optimista sobre los avances en el regreso a la presencialidad, pero garantizó que se hará con la gradualidad necesaria para no dejar por el camino a quienes se sumaron a la universidad aprovechando las ventajas que permitió la etapa virtual.
En diálogo con EL TELEGRAFO, dijo que la situación es diferente en función de las características de cada área disciplinar. “Hay algunas carreras en la Universidad de la República que están volviendo a la presencialidad porque lo necesitan, yo diría que imperiosamente, para mantener niveles de formación adecuados”. Esto ocurre en particular, dijo, en el área de la salud, “donde también la parte clínica ha sufrido bastante, en laboratorios, en la interacción con sistemas biológicos, como la estación experimental acá en Paysandú, que está volviendo a la actividad presencial de estudiantes. Todo es un conglomerado de situaciones que se han dado”, afirmó.
EVITAR DESVINCULACIONES
El rector señaló que se ha decidido ser cautos, “en el sentido de no volver de golpe a la presencialidad”, en vistas de la situación de muchos estudiantes que se incorporaron a la vida universitaria porque se los permitió la virtualidad. “Hay estudiantes que tomaron decisiones muy razonables, de no mudarse, de no alquilar en otra ciudad. Tenemos algún indicador en ese sentido, por ejemplo en Montevideo hay 10.000 estudiantes menos radicados, pero tenemos muchos más estudiantes anotados. Eso quiere decir que son estudiantes del Interior que están desarrollando su formación a distancia”, planteó.
Arim insistió en que se actuará con cautela “pero a la vez reconociendo la importancia de la presencialidad para la formación” y estimó que en todo caso habrá un uso de tecnologías de la información mayor que previo a la pandemia. “En particular de la conectividad y enseñanza virtual mucho más intensivo que lo que teníamos antes”, dijo. Sin embargo expresó que “también debo ser muy preciso en que nosotros no estamos visualizando que sea posible, por ejemplo, tener carreras completas en plataformas virtuales”.
EN CONTACTO
Arim defendió la presencialidad, el contacto entre estudiantes y con los docentes como una parte importante de la formación.
“Puede que algunos trayectos se puedan mantener, puede haber facultades que abran la doble opción, presencial o virtual, pero en algún momento de las carreras la presencia, el intercambio con los docentes y entre los estudiantes es absolutamente relevante. Porque la producción de conocimiento y el ejercicio profesional son actividades colectivas, son actividades sociales”, afirmó. Agregó, a modo de ejemplo, que “un abogado finalmente va a tener que trabajar con sus colegas, con sus clientes, con el sistema judicial. Eso implica contacto. Hay que buscar la manera de que la Universidad de la República incorpore eso como parte de una actividad razonada en ese plano”, dijo.
En este momento “estamos en el plano de que cada facultad, cada servicio universitario, va a identificar cuál va a ser el nuevo ‘mix’ que va a manejar en estas circunstancias. El 2022 posiblemente esté signado por mucho más presencialidad, también creo que hay que ser cautos, porque en noviembre del año pasado también pensábamos que íbamos a comenzar este año con más presencialidad”. Los antecedentes obligan a manejar más de un plan. Si bien “la vacunación en Uruguay ha aumentado en base a una política que tiene resultados muy claros en este plano, entiendo que también en esto hay que tener siempre como escenarios distintos y contingentes para pensar las cuestiones, lo estamos haciendo”.
En Paysandú, dijo Arim, “hay cosas que ya están en la presencialidad, en particular el tema de evaluaciones, donde es más dificultosa la evaluación del conocimiento en contexto de exámenes virtuales, áreas vinculadas a la clínica, áreas vinculadas a la interacción con sistemas biológicos. En ese camino vamos yendo, asegurando que ningún estudiante se nos desvincule por este proceso”.
