Encuentro con el Patriarca: sentido homenaje a Jorge Larrañaga en la Meseta, tierra de Artigas

El presidente Luis Lacalle Pou, acompañado por el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, tras descender del helicóptero, camina hacia la zona del monumento a Artigas en la Meseta.

Volver a la Meseta, y especialmente hacerlo temprano en la mañana cuando solo estaba el personal de seguridad y pocas personas más, es reencontrarse con un sitio histórico que envuelve, fortalece e inspira. Ayer se realizó el acto central del XXVII Encuentro con el Patriarca, sin caballos, sin jinetes, con una concurrencia reducida, porque aun el país está en emergencia sanitaria. Pero ni la pandemia pudo impedir que un puñado de orientales, de a pie, se encontraran para conmemorar el centésimo septuagésimo primer aniversario del fallecimiento del general José Artigas (23 de setiembre de 1850). No fue la única personalidad que estalló en la memoria de todos, pues se recordó a Jorge Larrañaga Fraga, fallecido este año e impulsor en 1995 del Encuentro con el Patriarca.

Apenas pasadas las 12 horas, desde el Sur se fue agrandando la silueta del helicóptero de la Armada Nacional Agusta Bell 412, matriculado con el número 042, en que viajaba el presidente Luis Lacalle Pou y el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado. Sobre la meseta, autoridades nacionales y departamentales pusieron atención en la aeronave. No descendió directamente sobre el improvisado helipuerto en la misma meseta, sino que giró en derredor de la meseta, seguramente para que el presidente pudiera observar ese paisaje. Después sí, el aterrizaje.
El presidente Lacalle Pou descendió una vez detenido el giro de la hélice de cuatro palas. Fue recibido por el intendente Nicolás Oivera, los diputados Nancy Núñez y Juan Carlos Moreno, intendentes de otros departamentos, autoridades de diferente rango y tres de los hijos de Jorge Larrañaga, Jorge Washington, Aparicio y Juan Francisco. No se apreció la presencia del otro hijo, Faustino.

Tras el saludo protocolar, Lacalle Pou comenzó a caminar pero no avanzó mucho, pues rápidamente fue rodeado por los presentes. No quedó otra opción que convertirse en Selfieman, pues todos querían sacarse una foto con él, una selfie. Hubo también quienes le entregaron cartas con diferentes pedidos y hasta un niño le pidió que vendiera ganado a China y a cambio recibiera pangolines, animal en peligro de extinción y probable transmisor del patógeno que causa la COVID-19.
Tras 25 minutos pudo finalmente llegar frente al monumento a Artigas en la meseta, junto a las otras autoridades; ya no era Selfieman.
La Banda Departamental José Debali interpretó los himnos Nacional y a Paysandú, tras lo cual Juan Carlos López hizo una extensa introducción relacionada con Artigas, con el Encuentro con el Patriarca y con Jorge Larrañaga. El sol golpeaba fuerte, pero la Intendencia entregó a la mayoría de los presentes un sombrero tipo Panamá, que trajo confort ante el impiadoso astro rey.

“GRAN PARTE DE LAS FORTALEZAS ES NO HABER ESTADO DE ACUERDO”

El presidente no tenía previsto hacer uso de la palabra, pero fue convocado al estrado. “En un día de recuerdo, obviamente de conmemoración estribo en lo que decía “Lopecito” (Juan Carlos López) acerca de la libertad”, dijo. “Cuando se está lejos del país se lo mira en perspectiva. Uno siempre lo quiere pero cuando estás afuera lo quieres y lo extrañas. También es posible alejarse de los temas y en este mundo moderno en que la realidad pasa muchas veces por el celular a veces vemos en ellas que hay mucha manija. A veces hasta buscando ver dónde podremos no estar de acuerdo”.

Aseguró que “celebro no estar de acuerdo. Creo que gran parte de la fortalezas de nuestro país es no haber estado de acuerdo. Pasa en una pareja, grupo de amigos, del club, en el gobierno y por ende en la sociedad también. El asunto no es estar en desacuerdo, sino en cómo resolvemos los conflictos”.
“Puedo decir con orgullo que a nuestro país se lo ve como un faro democrático. Y ojo que no me quiero vestir con pilchas ajenas porque eso no ocurre por este año y medio. A Uruguay históricamente se lo ve como un faro democrático y no por falta de conflictos entre orientales. Tenemos los partidos políticos más viejos del mundo, revoluciones, divisiones entre hermanos. Pero siempre que hubo una revolución, una guerra, un conflicto, el Uruguay supo resolver las cosas pacíficamente. Esa es una construcción que tiene muchos colores”, destacó más adelante.

“En épocas de discusión. de pasión como va a tener el país, cuando vamos rumbo a un referéndum, vamos a tratar de hablar con argumentos. Le hablo a todo el país, pero sobre todo a quienes nos llevaron al gobierno. A veces entran en la manija y dicen que hay que cambiar una mitad por la otra, pero acuérdense que llegamos con la condición de la unión de los orientales, de extender puentes, no de dividir”, reflexionó entonces.
“Siempre hay que estar dispuesto a la crítica, a recibirla más que a darla. Pero esta gran nación que fue construida por mucha gente se debe a quienes inculcaron el primer sentimiento de nación. Debemos protegerla, no para los que estamos, sino para los que están viniendo”, agregó.

Al final, destacó que “no puedo terminar sin dejar unas palabras para Jorge (Larrañaga). Me acuerdo de la primera vez que vine, en el año 2000. Ahí realmente tomé la dimensión del alma de la marcha. Todo el mundo lo singularizaba en una persona, que era Jorge Larrañaga. Por eso muchos de nosotros lo extrañamos, no como su familia, de manera diferente. Lo extrañamos en su gestión, en la pelea con los demás y con nosotros. Esas cosas tenía Jorge. Y estoy seguro que en todos los ámbitos del gobierno, pero sobre todo en aquel que se le había encomendado, que lo estaba haciendo de buena manera, tenemos el deber de defender esa gestión y mejorarla”.

“IRNOS PURIFICADOS, MEJOR DE LO QUE LLEGAMOS”

El otro orador fue el intendente departamental Nicolás Olivera, quien subrayó que “sin dudas a estas horas, si otra hubiera sido la situación, estaríamos con otro ámbito festivo, pero es un día especial por dos razones. Primero porque no tenemos la Marcha, aunque sí vamos a poner todos nuestros empeños y esfuerzos para que el año que viene sea una verdadera fiesta, para rendirle homenaje no solo a Artigas como lo hacemos todos los años, sino también al hombre que la creó, la pensó, la moldeó, que fue su precursor y que en cada rincón,no solamente acá, sino en cada rincón del departamento dejó su huella positiva; alguien que es una guía para nosotros: Jorge Larrañaga”.
Olivera destacó que “la pregunta no es solamente por qué venimos, no es un tema de historia, aun cuando ésta nos convoca hoy. Si nos preguntamos por qué venimos, dentro de las muchísimas respuestas, hay una que más seduce, que la escuché una vez y me atrapó. Escuché a alguien decir ‘Venimos y marchamos para purificarnos’”.

“En este altar de la patria, donde el mejor de todos nosotros eligió este paisaje, esta zona para pensar, para diseñar, para crear lo que era su sueño federal, es imposible no irnos mejor de lo que vinimos. Eso nos interpela”, aseguró posteriormente.
“La verdad que lo que venimos a buscar es encontrarnos con la esencia, la perspectiva artiguista para irnos purificados, mejor de lo que llegamos. Y venimos a buscar la esencia porque este hombre (Artigas) es lo que nos une. Venimos a buscar perspectiva, porque cien años nos tomó a los uruguayos pensar por sobre divisas, colores, pasiones y entender que este hombre llegó a su cenit aquí mismo”.

“Acá en este lugar fue donde acamparon buenos orientales. Es un lugar que nos inspira para continuar con su legado y es un lugar donde venimos a año para irnos mejor de lo que llegamos. Estamos pisando tierra heroica, nos gusta llamarla así a Paysandú. Porque en la alquimia de distintas sustancias esta tierra se forjó con mucha sangre, con poca pólvora pero con un coraje enorme de su gente. Bienvenidos a Paysandú, a la meseta. El deseo de hoy es que nos vayamos purificados para enfrentar las altas causas que la realidad nos impone”, concluyó Nicolás Olivera.

OFRENDAS Y PLACAS

Posteriormente se procedió a la colocación de ofrendas florales y frente a la Casona del Patriarca el descubrimiento de placas conmemorativas. Hubo una tercera instancia, que detallaremos en nuestra próxima edición.