Lilián Toledo presentó en la Alianza su poemario Príncipes decapitados

La prologuista autora Mabel García Iriburo y la autora, Liliám Toledo, durante la presentación.

“Príncipes decapitados” es un poemario que vio la luz el año pasado, pero que, como ha ocurrido con tantas obras, por las razones sobradamente conocidas, su autora Lilián Toledo, debió postergar su presentación en Paysandú. De hecho, para la misma Alianza Francesa, en cuya sala se llevó a cabo, fue de las primeras actividades culturales presenciales, señaló su directora la profesora Liliám Silvera.
“Estamos contentísimos de recibirlos y de recibir a Liliám Toledo una vez más, este ámbito ha sabido escucharla más de una vez y ha sabido vernos compartir sus versos, y ha sabido vernos hacer talleres, compartir con otra gente, con otras disciplinas”, dijo. Además recordó que la Alianza “tiene dos ejes de trabajo importantísimos, que son la enseñanza de la cultura y del idioma francés, y el otro eje es el apoyo a la difusión de las culturas locales”, y este último fue el más afectado por la situación.

SANCOCHO

La autora comenzó señalando que tanto esa actividad como la que se llevó a cabo el día siguiente, la presentación del libro Divina sangre de mujeres, de Libia Leites, se organizaron a través de Sancocho Editorial, un colectivo en el que se han nucleado varias pequeñas editoriales uruguayas “en general integradas por personas jóvenes, eligió este nombre porque representa esas cosas cotidianas, esas cosas queridas, esas cosas que se hacen con lo que hay, pero teniendo muy claro hacia dónde se va”.
Agregó que ambos libros “se pudieron editar porque hay un esfuerzo atrás, de distinto tipo, de poner dinero, de poner creatividad, de poner diálogo, de poner discusión, y tiempo, que es de lo más valioso que tenemos”. “Príncipes decapitados” es una publicación de Astromulo, “Divina sangre de mujeres” lo editó Bibliobarrio.

AYUDA

La presentación en sí estuvo a cargo de la profesora Mabel García Iriburo, autora del prólogo, quien destacó que “los textos son muy profundos, muy conmovedores, entonces me pareció que la mejor manera era dar una manito, ayudar al lector desde mi perspectiva técnica como profesora de literatura y también como operadora de psicología social; darle al lector elementos técnicos que a veces necesitan, le sirve o se pregunta, y el lector — o lectora– es totalmente libre de entrar a un texto como quiera, por donde quiera, cuando quiera, pero a veces la parte técnica sirve”.
La docente destacó “un innovador uso de signos, el arroba (@) y otros símbolos que están en la computadora y que no asociamos habitualmente con la poesía” y afirmó que “siempre que el poeta busca un nuevo recurso, es porque necesita más de lo que la lengua le permite”. Interpelada por la autora sobre su parecer respecto al título, García Iriburo dijo que le parece que “sorprende muchísimo”, aunque también “depende de lo que sintamos por príncipes”.

EL LIBRO

La autora recordó que en sus inicios en la publicación de su escritura tuvieron mucho que ver con nuestra ciudad, ya que durante un tiempo estuvo trabajando y vinculándose con Salto y Paysandú, aunque hace ya 20 años que regresó a Montevideo. “Ese poemario, Mudanzas, le dio inicio después a una voluntad explícita de escribir para entender, y entendiendo, comunicar. Y después de comunicar volver a escribir”, expresó. “Para mí –dijo– la función del libro es ser un soporte para llegar; no el punto de llegada, sino el punto de partida. Por ahora no encontré mejor objeto que este como para ir y venir, entregar, para que sea leído y me digan, para que comenten. Una función de comunicación para entender la realidad”.
Luego vino una dinámica en la que los concurrentes tomaban fragmentos recortados que encontraron al ingreso sobre sus respectivas sillas, con los que, intercambiando con otros, podían rearmar poemas del libro y comentar en voz alta sus pareceres, lo que abrió una amena conversación con la autora y su prologuista.