En la madrugada del pasado sábado se produjo un nuevo siniestro de tránsito en Avenida de los Iracundos ,en la curva del parador La Angelina, casi en el mismo lugar en donde el domingo 22 de agosto perdieran la vida trágicamente dos mujeres que circulaban en moto y chocaron contra una columna de alumbrado público.
La proximidad temporal entre ambos episodios llamó la atención de muchos sanduceros y a través de las redes sociales se reiteraron los reclamos por la seguridad del trazado de la calle.
Al respecto EL TELEGRAFO consultó al director de Tránsito de la Intendencia de Paysandú, Lucas Facello, quien manifestó que en el lugar ya se habían efectuado demarcaciones de las cebras y las columnas existentes, tanto donde se produjo el primer accidente como en la que chocó un automóvil Volkswagen Gol este fin de semana, y que se ubica a unos 30 metros de distancia de la primera. Pero además adelantó que “ya se ha solicitado a quien corresponde ver alternativas de reubicación de columnas y colocación de defensas, las cuales dependen de la Dirección de obras y alumbrado. En cuanto a nuestra Dirección, si los usuarios no respetan la velocidad máxima además de las demarcaciones y normas correspondientes y se suma cualquier agregado de alcohol u otro, eso neutraliza cualquier medida o infraestructura establecida”, dijo.
Por otra parte, anunció que se efectuó la compra de tres espirómetros que se suman a los que ya tiene la policía y se estarán realizando controles aleatorios todos los días, aumentando la cantidad los fines de semana. Los controles serán estrictos y las penas para quienes conduzcan tras haber ingerido bebidas alcohólicas van desde la multa correspondiente y la suspensión de la habilitación para conducir cualquier tipo de vehículos por seis meses en primera instancia, a uno o dos años de inhabilitación según los valores de alcohol en sangre que se constaten, y en casos extremos la pérdida permanente de licencia.
“Por el momento se está trabajando en conjunto con Dirección de Obras y el Plan de la Costa, el cual trata las modificaciones que se deben hacer en la zona de la costanera y su uso, así como en el área peatonal, lugares de actividades gastronómicas, tránsito y paseo, pensando también en medidas que van más allá del control peatonal, causando un impacto social y mejoría para un disfrute seguro de la zona”, dijo a EL TELEGRAFO.
