Lo que podía esperarse, más allá de que hasta el viernes a la noche no había novedades y desde Bella Vista se aseguraba que viajarían ayer para afrontar mañana el partido ante Reformers por la Copa Nacional de Clubes de la Divisional B, se terminó dando: el compromiso quedó postergado y podría jugarse el miércoles.
El motivo no fue otro que el caso positivo de coronavirus que surgió en Wanderers, que justamente entre semana había jugado ante los papales. Confirmado el caso se tomaron ciertas medidas a nivel sanitario y también dentro del ámbito de la Liga de Fútbol, pero ante las consultas los papales aseguraban el viernes a la noche que viajarían ayer a la hora 18 rumbo a Nueva Helvecia para esperar el choque tendría como sede a Juan Lacaze.
Pero ayer el tema tomó un rumbo que era lógico teniendo en cuenta los antecedentes, y es que desde la Dirección Departamental de Salud se tomó la decisión de que el plantel no viajara y que se solicitara a OFI la postergación del mismo.
El choque podría disputarse el miércoles y quizás en Colonia, lo que se definirá en los próximos días dado que el campo de juego había sido fijado de forma condicional. Y la revancha en Paysandú podría desarrollarse el sábado, como quieren los vaticanos.
“Hoy (ayer) nos avisaron que no viajáramos, y que el lunes se le realizará un hisopado a los jugadores que estaban en el plantel. Seguramente pueda jugarse el miércoles, y si es así la revancha queremos jugarla el sábado en el Estadio Artigas, que ya está pedido”, dijo el entrenador papal, Christian Murieda. El técnico dejó en claro que “sirve tener unos días más de descanso”, pero también valoró que “es una pena, pero vamos a tener que viajar en el día para jugar entonces el partido de ida”, lógicamente por motivos laborales de los futbolistas.
Este no es el primer partido que involucra a equipos sanduceros coperos que se posterga por motivos sanitarios, aunque indirectamente dado que no han padecido casos de coronavirus hasta el momento.
