El SII es un es un trastorno intestinal funcional que afecta al intestino grueso, en el que aparece dolor o molestia abdominal asociado con la defecación y/o cambios en los hábitos intestinales. Puede afectar la calidad de vida de los pacientes. Suele aparecer antes de los 35 años, predomina en el sexo femenino. La prevalencia varía entre el 3.5% y 13.5. Según los síntomas hay 3 tipos de SII: I) Predominio de estreñimiento II) Predominio de diarrea III) Tipo alternante.
Síntomas habituales
del SII
Cambios en la forma y consistencia de las deposiciones.
Cambios en la frecuencia de las mismas.
Esfuerzo excesivo de defecación, sensación de evacuación incompleta. Dolor y distensión abdominal.
Mejoría del dolor luego de la defecación.
Se asocia a: Fibromialgia, dolor pélvico crónico, fatiga crónica.
Causas propuestas del SII
Alteración en las contracciones musculares en el intestino. Cambios en la sensibilidad visceral del intestino.
Luego de infección intestinal severa de tipo viral o bacteriana.
Eventos estresantes a temprana edad.
Cambios en la microbiota intestinal (flora intestinal)
Predisposición genética.
Factores psicosociales – ansiedad, fobia, depresión.
Diagnóstico del SII
Es un diagnóstico de exclusión, que se basa en los criterios de Roma IV:
Estos criterios incluyen dolor y malestar abdominal que debe estar presente al menos un día a la semana durante tres meses, asociados a unos de los síntomas típicos de la enfermedad.
Se debe realizar: historia y examen clínico completo; paraclínica básica: hemograma V.E.S., leucocitos y parásitos fecales.
Según el cuadro clínico, se indicará:
Anticuerpos celíacos.
Fibro gastroscopía y fibrocolonoscopía digestiva.
Tomografía computada.
Ecografía abdominal.
Tratamiento
Higiénico dietético; actividad física.
Evitar desencadenantes: cafeína, alcohol, grasas.
Farmacológico en base a: inhibidores de los espasmos, estimulantes de la motilidad, antidiarreicos, laxantes, antidepresivos y ansiolíticos.
Psicoterapia.
Conclusión
Son síntomas de alarma: inicio de signos y síntomas después de los 50 años, pérdida de peso, sangrado rectal, fiebre, náuseas o vómitos recurrentes, anemia, antecedentes familiares de cáncer de colon. Una comprensión exacta del paciente de su enfermedad es vital para el control de los síntomas.