A TRAVÉS DE LOS MARES, creación colectiva, por Grupo Eslabón, Canelones. Dirección: Leonel Dárdano. Con: Rosana Jozami, Lucía Montenegro, Miryam Gadola, Carolina Pereyra, Jorge Muscio, Patricia Pereira. 18ª Bienal de Teatros del Interior. Teatro Florencio Sánchez. Viernes 12 de noviembre de 2021.
El teatro coreográfico –que es similar a danza-teatro, teatro corporal y teatro de imagen– tiene como diferencia que aunque le da importancia a la palabra, no deja que esta se coloque en posición dominante. La coreografía en realidad –por su exigencia– rompe la unión primordial con el texto. Se combinan entonces la voz, el lenguaje y el movimiento. Un ejemplo de teatro coreográfico es esta puesta en escena, una suerte de metáfora de la vida que parte de un trabajo colectivo, que incluye textos de Idea Vilariño y Mario Benedetti. Casi como en una tragedia griega, el grupo es empujado a zarpar, a transcurrir por la vida, a compartir la misma tormenta. En medio de eso, amarrados, sometidos a un destino trágico, usan su voz para gritar su rebeldía. Solo su voz es libre, solo su voz puede enfrentar la injusticia.
Como es habitual en este elenco, no hay errores técnicos y la escena se desarrolla con soltura. Donde están las debilidades es en la propuesta en sí misma, ese ir a “descubrir” lo ya descubierto, pensar, profundizar y exponer sobre la vida de la misma manera que se ha hecho bastantes otras veces. Es eso lo que empequeñece la puesta en escena.
Se podría agregar que si bien el teatro en la actualidad investiga y cuestiona las idas y venidas del ser humano utilizando otros estilos, el apego al teatro hermético, o al menos al teatro concepto, indudablemente reduce la llegada al espectador. Suele quitarle la posibilidad o el derecho a la reflexión por la complejidad de comprender la escena. No lo deja superar la tormenta. E.J.S.
