Diabetes afecta a 8% de la población, cada vez más jóvenes y obesos

Este año se cumplen cien años del descubrimiento de la insulina que “cambió radicalmente el tratamiento de la diabetes por eso es un 14 de noviembre muy especial”, dijo la doctora Laura Savio, endocrinóloga e integrante de los equipos referentes de Comepa y Salud Pública.
En 1921 “aparece la insulina como tratamiento de la diabetes tipo I que es el 10 % de los casos, el resto –o tipo II– es prevenible y tenemos que hacer hincapié en el acceso a los cuidados, tratamientos y prevención. Son importantes todos los avances desde entonces en cuanto a la medicación, pero en el 80% de los casos corresponde a la prevención, diagnóstico precoz y el automanejo de la enfermedad”.

Explicó que “el acceso al tratamiento en Latinoamérica ha tenido un crecimiento exponencial. En 1980 había unas 30 millones de personas diagnosticadas, hoy son 60 millones y en 2040 se calcula que serán más de 100 millones. Pero mundialmente, se esperan más de 500 millones de personas con diabetes”.

En Paysandú

Savio informó que “se estima que un 8% de la población en Uruguay tiene la enfermedad. Si a esa cifra la trasladamos a Paysandú, con unos 100.000 habitantes aproximadamente, serían unos 8.000 diabéticos. Un 50% no está diagnosticado”.

El Sistema Nacional Integrado de Salud ha extendido sus servicios de atención junto al Fondo Nacional de Recursos que aporta los tratamientos costosos. Sin embargo, “nos queda mucho por hacer en lo público y privado. No todos los tratamientos son iguales y podemos decir que el diabético necesita ‘un traje a medida’”.
En el caso de los pacientes que registran valores altos en el promedio de los últimos tres meses, “significa que vienen con una diabetes de muchos años. Por eso, es muy importante su detección en un carné de salud o por análisis. Hay cuestionarios muy sencillos para detectar la enfermedad y en el caso de Comepa, se realiza en la policlínica por calle Setembrino Pereda”.

Además de los endocrinólogos, “es importante la consulta con otros especialistas como cardiólogos, podólogos o licenciados en nutrición para que hagan intervenciones personales en cada paciente”.

Con la creación de una ficha que identifica los antecedentes familiares o personales de los pacientes, se agrega talla, peso y estatura. “En base a eso se hacía un seguimiento clínico y exámenes de sangre que chequeaban la función renal, además de un fondo de ojo, asistencia con podólogo y la creación de la policlínica para la educación del diabético que nace con la doctora Julia Quintana”.

En forma paralela, Savio señaló que los equipos vieron la necesidad del cuidado del pie diabético. “Había que educar para evitar las lesiones y allí nace la policlínica junto a Alba Echeverrigaray, Fernando Rocha y un podólogo, que también se amplió con una nurse y funciona semanalmente”. El servicio se completa con el doctor Ricardo Pedoja y las doctoras Ana Liz Mazzarino, Sylvia Ayres y Agustina Blanc.

La capacitación y formación de técnicos especializados amplió la propuesta educativa dentro de la propia Universidad de la República, con la diplomatura para técnicos especializados en diabetes. “Dadas las complicaciones hay que empoderar al paciente para que tengan herramientas de atención sobre las complicaciones. La diplomatura nace en 2018 y se acaba de recibir una nueva generación en Paysandú con el apoyo de Comepa y ASSE”.
En el Interior del departamento, se formaron equipos médicos en Guichón y en Paysandú se suman nuevos técnicos a la especialidad. Y “para ese empoderamiento es que se crean las asociaciones de diabéticos, la federación de diabéticos y a nivel local, Adisan. El camino a seguir es la educación y formación de equipos porque en base a las necesidades es que surgen las soluciones”, señaló.

Pos pandemia

La pandemia “marcó un antes y un después”. El paciente con diabetes “perdió accesibilidad al sistema de salud y ahora lo estamos recuperando. Son pacientes que no vimos por dos años, sino que lo atendíamos por teléfono. Los controles de glicemia capilar fueron una barrera y la situación económica decayó para muchas personas. Hubo tratamientos interrumpidos, por más que se trató de solucionar desde muchos puntos de vista. En general las enfermedades crónicas se han descontrolado, por eso hay que volver a recapturar a los pacientes”.

Savio precisó que “junto a la pandemia y el aislamiento, aumentó la obesidad y la diabetes tipo II. Por ende, aumentó también la mortalidad. De hecho, muchos fallecidos por COVID-19 eran diabéticos”.

Insumos

“En ASSE y Comepa hay tirillas y glucómetros, pero no hay para todos los diabéticos. Por eso, hay que descentralizar la atención en las policlínicas de ASSE a través de la RAP. Y en Comepa, en la preventiva y en la zona Norte. El recurso que hay que medir más son las tirillas que tienen un costo para el paciente en la mutualista, pero no en ASSE”.

Savio destacó, finalmente, la diabetes gestacional que “aparece y desaparece en el embarazo”. “Se hace una curva entre 6 y 8 semanas posparto y es posible que tenga riesgo que la diabetes aparezca en otro embarazo o a lo largo de su vida. También es muy importante hacer el diagnóstico en los recién nacidos que pesan más de 4 kilos. Antes no había diabetes tipo II en niños, pero ahora aumentó por la obesidad”.