Si bien las clases en el Liceo 8 –ubicado en Dr. Verocay y Larrañaga– comenzaron el año pasado en forma virtual y en setiembre se hizo de manera presencial, en la víspera fue inaugurado oficialmente. Participaron del acto inaugural en el patio del liceo, el presidente del Codicen, Robert Silva; la directora general, Jenifer Cherro; el intendente Departamental, Nicolás Olivera; el subsecretario de Industrias, Walter Verri; el diputado Juan Carlos Moreno; directores de otros liceos del departamento y autoridades de la educación.
Fue una jornada de emoción y agradecimientos, tanto por parte de las autoridades, como de la comunidad educativa y de los propios alumnos. “Es una emoción muy grande porque después de tanto tiempo esperando hoy (por ayer) podemos inaugurar”, indicó la directora del Liceo 8, María Ghuisoli.
El año comenzó con la virtualidad, lo que implicó “un gran esfuerzo y sacrificio de todo el cuerpo docente y administrativo para que pudieran llegar a dictarse las clases a nuestros alumnos; fue muy desgastante y todos añorábamos la presencialidad que luego logramos”, señaló.
La institución cuenta con más de 300 alumnos, con seis grupos en la mañana y siete en la tarde en clases de 4º, 5º y 6º año. Los salones admiten a un máximo de 25 alumnos por grupo, por lo que “es un liceo pequeño y hermoso”, dijo la directora.
El nuevo local cuenta con seis salones, tres laboratorios, una biblioteca, cantina, sala de profesores, oficina de administración, de dirección y dos canchas multiusos, una de ellas perteneciente al Liceo 4. También cuenta con un ascensor y un patio exterior en la planta alta con jardín. En tanto que ya se plantaron árboles alrededor del liceo y asimismo cuenta con un cercado mixto entre tejido y cerco verde.
“PACIENCIA SIN LÍMITES”
Los alumnos Mateo Martínez y Natalia Lopepé fueron los encargados de realizar la oratoria por parte de los estudiantes. “Pocas veces nos paramos a mirar el camino que hemos recorrido, pero son estos días en los que nos damos cuenta que una etapa se están cerrando”, comenzó diciendo Lopepé.
Los estudiantes agradecieron al cuerpo directivo, a los profesores “que está siempre para nosotros a pesar de esta pandemia que tuvimos que adecuarnos y adaptarnos todos, son los pequeños gestos que uno se lleva en el corazón”, añadió Martínez.
“Sin los profesores no hubiera sido posible, gracias por la paciencia sin límites, por animarnos cuando dábamos todo por perdido, por habernos enseñado a confiar en nosotros mismos, a no rendirnos en estos dos años en los cuales hemos tenido que sobrellevar situaciones estresantes y parecía no tenía solución”, señaló Lopepé.
“Tener que adaptarnos a la virtualidad fue horrible, pero los profesores lo hicieron llevadero porque se notaba el empeño y dedicación que le ponían a cada clase”, culminaron los estudiantes.
“INSTANCIA MUY BUENA”
El presidente del Codicen, Robert Silva, destacó el hecho de estar inaugurando un nuevo centro educativo en Paysandú que atiende demandas que se generan en la sociedad. Asimismo, es una manera de “dar oportunidades a los muchachos para continuar sus estudios y culminar la educación media obligatoria”, indicó.
“Un nuevo centro educativo significa celebrar nuevos sueños, horizontes y oportunidades, donde haya alumnos y docentes se formarán grupos”, señaló por su parte la directora Cherro. “Los invito como comunidad educativa a seguir centrándose en el valor de la persona, potenciando sus talentos y desarrollando vínculos de calidad”, añadió.
“Es un lugar precioso, Paysandú está agradecido por esta hermosa y gran inversión que se dio”, destacó Olivera. “Todos los días detrás de esas puertas sucede un milagro, el milagro de la educación pública uruguaya, el esfuerzo de docentes”, agregó.
Agregó que el logro de la creación de un nuevo centro educativo no se da detrás de un escritorio en Montevideo, sino que “las cosas suceden a partir de un factor que normalmente viene de la conjunción de la comunidad educativa, los jóvenes, las familias de los jóvenes y los docentes”.