La directora nacional de Cuidados, Florencia Krall, acompañada por la directora nacional de la Discapacidad, Karen Sass, se reunieron con autoridades departamentales, con el fin de conocer el desarrollo de los programas coordinados con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y la Intendencia de Paysandú. Anunciaron, además, la instrumentación de un baremo único a nivel nacional para evitar diferencias en los trámites ante organismos públicos.
A nivel local, en forma coordinada entre la secretaría de Estado y el gobierno departamental, instrumentaron el sistema de atención a través de una ventanilla única, el beneficio del ómnibus social por un acuerdo entre el Mides y el BPS, la extensión de la Tarjeta Amiga y la reapertura de una segunda edición del Centro de Día, dirigido a personas mayores de 65 años con discapacidad leve y moderada, con cupos disponible en la sede de Ajupe.
Cuidadores y tarjeta amiga
El director departamental del Mides, Ignacio Ifer, señaló que el Centro de Día se lleva adelante “por primera vez con Ajupe”, donde se multiplicaron los cupos por la calidad de la atención en un lugar ampliado, con mayores beneficios y cursos junto a la Intendencia. Explicó que “es recurrente que, por el sistema de cuidados, se planifiquen cursos a nivel nacional. Pero a nivel departamental hicimos un acuerdo con la Universidad, sabiendo de las carreras que hay y la decisión determinante de la Intendencia de multiplicar otras”.
Las carreras orientadas a la atención de la salud “están casi en su plenitud y ahí tenemos la calidad del conocimiento de los cuidadores. Hicimos dos cursos, uno presencial y otro online”, con presencia de interesados de otros departamentos. “La articulación fue con la Universidad y el sindicato de los cuidadores, con quienes tenemos una excelente relación y entregamos diplomas a su finalización”, dijo.
La directora de Promoción Social, Guadalupe Caballero, resaltó el trabajo “ensamblado con el gobierno nacional, a través de la ventanilla única para evitar la superposición de beneficios” y la tarea municipal “en la Tarjeta Amiga”. Aclaró que “no solo tiene el beneficio de los descuentos para las personas, sino una evaluación muy positiva” por el acceso “rápido y fácil” a los usuarios de los servicios de salud público y privado.
El convenio por el ómnibus de uso social, a través de un acuerdo con el BPS, se detuvo con la pandemia. “Comenzamos a resurgir con las instituciones que trabajan con la discapacidad y los dos ómnibus se encuentran en su máxima capacidad. También tenemos convenios con la Dirección de Turismo para utilizar la ranchada” y distintos servicios en las termas.
La Intendencia lleva adelante la iniciativa de una ciudad amigable con las personas mayores, “trabajando en infraestructura y accesibilidad en la playa. Lamentablemente la rampa no dio resultado porque fue vandalizada y se encargó la compra de una alfombra, al estilo de las playas de Brasil para que se pueda quitar y volver a poner”.
Baremo único
Sass anunció la necesidad de descentralizar los servicios ministeriales y conocer la realidad de las personas con discapacidad, para continuar la articulación entre las instituciones que conforman la comisión honoraria departamental de la discapacidad. “Nuestra premisa es trabajar en consulta permanente y tomar en cuenta algunas reivindicaciones históricas. Uno de ellos está relacionado al instrumento de valoración de la discapacidad”.
La jerarca precisó que las instituciones, “sobre todo las públicas que prestan un servicio o brindan una prestación, tienen distintos instrumentos para valorar la discapacidad. Trabajamos a nivel país, junto al Ministerio de Salud Pública y el BPS, con apoyo de la academia y la cooperación internacional, en buscar un instrumento de medición. Un baremo único de discapacidad que va a permitir reducir los plazos, procedimientos y los procesos para acceder a derechos”.
Otra reivindicación está relacionada “con la reglamentación de los hogares de las personas con discapacidad. Trabajamos fuertemente con la comisión nacional honoraria de la discapacidad, en las cuestiones que tienen que ver con la normativa vigente y la capacidad jurídica de las personas con discapacidad”.
Sass manifestó su compromiso de fortalecer programas y servicios, a fin de lograr una rápida accesibilidad de las personas con discapacidad. “La discapacidad es diversa y hay programas específicos para personas sordas, con discapacidad visual o con discapacidad intelectual. Este año se trabajó en un instrumento ajustado a la realidad uruguaya. Por ejemplo, hoy aplicamos en el Mides un instrumento que es un baremo español”, creado por un consultor. Actualmente, “se encuentra en etapa de testeo para hacer ajustes y esperemos que en el primer semestre del año que viene se ponga en práctica”.
La dirección de discapacidad se encuentra en etapa de ajuste de los soportes informáticos y de recursos humanos para su implementación “rápida y efectiva”.
Un plan
Krall recordó que asumió en junio al frente de la Dirección Nacional de Cuidados “y establecimos un plan nacional, junto a los equipos técnicos para todo nuestro ejercicio que implica poner énfasis en todos nuestros programas, tanto de primera infancia e infancia como los programas de dependencia”.
Los programas orientados a la infancia son articulados con INAU. “Refieren a los modelos de centros CAIF y los centros Siempre”, donde realizaron reuniones para evaluar su funcionamiento y la cooperación a brindar. “Es un modelo que demuestra la verdadera corresponsabilidad de los cuidados, trabajando junto a la sociedad civil con empresas y sindicatos paras brindar soluciones de cuidados en materia de infancia y primera infancia”.
Krall informó sobre las becas de inclusión socio-educativa con dos jardines en Paysandú y un tercero en proyecto. “Bajo este modelo se permite entregar becas a los niños para que puedan asistir cuando no tienen un modelo de CAIF o un centro Siempre en su localidad y poder llegar a un jardín privado con estas becas”.
El objetivo es duplicar estos beneficios, “y en eso trabajamos fuertemente en todo el país con los jardines, así como con la Dirección de Desarrollo Social del ministerio”.
Por otro lado, los Centros de Día se ajustan en coordinación con las intendencias departamentales y rediseñan el Programa de Asistentes Personales. “Es uno de los programas más grandes y tenía debilidades que ajustamos, sobre todo en el modelo de gestión que se da en las relaciones de los usuarios y el asistente personal”.
Debilidades
Krall anunció un programa de formación “que estuvo muy relegada durante la pandemia. Además, tenemos una deuda con los cuidadores en brindarle formación. En febrero vamos a arrancar diez cursos en todo el país que implica la formación de 250 personas, sumado a la formación permanente”, en acuerdo con la Universidad.
Asimismo evalúan la posibilidad de “certificar competencias a personas que hace más de dos años que trabajan y no tienen disponibilidad de horario para que certifiquen sus competencias, a través de un comité de certificación”.
La directora de Cuidados reconoció que “la debilidad se da en la relación laboral y en el vínculo que se establece en el binomio. La realidad es que la ley que crea el sistema de cuidados, prevé diferentes formas en el modelo de gestión, que puede ser a nivel individual o a través de la provisión colectiva”, como cooperativas o empresas. “No se han explorado esos caminos y todo ha quedado en manos de la relación individual”, agregó.
Actualmente, “un usuario pide un subsidio para tener un asistente personal y cuando el Mides le asigna uno, se entabla una relación personal de derecho privado que está generando problemas, tanto del lado de los asistentes personales como de los usuarios”.
Reconoció que “no hay una persona empleadora que respalde esa relación, sino que el empleador termina siendo el propio usuario del sistema. Todo eso está en modelo de rediseño para buscar una solución dentro del marco legal que tenemos”.
