Alcalde de Piedras Coloradas destacó la labor de los vecinos

Desde el primer día del incendio, el alcalde Jhonn Cáceres fue visto con uniforme de trabajo colaborando activamente en el frente de batalla. Extenuado, evaluó que han sido “días duros de trabajo donde debemos agradecer el apoyo de la gente, de la Intendencia, de los colegas, alcaldes y los vecinos que ha sido fundamental. Desde las primeras horas con el desconcierto, porque teníamos el incendio entre Algorta y Menafra que se nos venía. No pensábamos que iba a llegar tan lejos y al pasar las horas se vio que se venía cerca. Una cuadrilla de más de 100 vecinos de Orgoroso, Pandule, Piedras Coloradas y Arroyo Negro fuimos a dar una mano al departamento de Río Negro. Gente aunque sea con una rama, con matafuegos, con azadas, palas o mochilas. Se trató de combatirlo de la mejor manera. Y eso había logrado evitar la propagación del incendio hacia Arroyo Negro dentro del territorio de Río Negro”.

Pero al pasar las horas, “se nos escapó un fuego que se vino al límite ya pasando al departamento de Paysandú y a su vez al límite de nuestro municipio. Ahí fue un combate continuo en varios frentes porque ya no era uno solo, sino que hubo que repartirse en cuatro lugares”.

“Agradecemos mucho la venida del Comando de Bomberos que se instaló en el complejo deportivo y eso nos dio otra tranquilidad y otra organización, porque al estar al mando de la gente que sabe se pudo trabajar distinto; igualmente fue difícil porque teníamos muchos frentes, demasiados”, indicó Cáceres.

“Hoy (por ayer) teníamos 5 o 6 frentes y era muy difícil estar en todos lados. El fuego llegó a un kilómetro de la estación de servicio de Pandule, el fuego se venía hacia la estación y hacia las pocas casas que tiene, pero por suerte se pudo contener con la lluvia”, precisó.

En tanto, Cáceres comentó que cuenta con muchos años de combate de incendios. “Tengo una empresa particular que hace las previsiones en Forestal Caja Bancaria que me ha confiado esa responsabilidad hace muchos años y la vigilancia en toda la temporada de verano. Y los vecinos también estaban alerta, porque vivimos en una zona que es forestal hace 60 años. Entonces convivimos en el día a día con lo que son los incendios; todos saben que acá hay que dar una mano porque se nos va la vida en un suspiro”, dijo.