
“Qué calor de locos nena”, cantan Los Iracundos (porque lo siguen haciendo, cada día mejor, como el Mago), en la inolvidable “40 Grados” (1982) compuesta por Eduardo Franco y Juan Carlos Velázquez. Después, en 1989 la boy band mexicana Magneto hizo una canción que se llamó de la misma manera, pero que fue un fiasco. No el exitazo de los sanduceros.
No solamente “qué calor en la ciudad”, la primera línea de otra vieja y popular canción “Calor”, de Palito Ortega y Dino Ramos (1965). El calor unido a la sequía que golpea la región, trajo un fin de año con arrasadores incendios forestales y una declaración de emergencia agropecuaria.
Pero “es así la vida”, título de la canción de Ricardo Ceratto convertida en éxito internacional por José Velez, quien alguna vez estuvo en Paysandú, recorriendo sus calles acompañando al entonces director de EL TELEGRAFO, Fernando Baccaro. En buena parte del país, el calor del verano permite disfrutar de playas y centros de veraneo y esparcimiento. En otros lugares, el siniestro rostro del fuego consume cientos, miles de hectáreas en incendios que ponen en peligro hasta las viviendas de familias y emprendimientos industriales.
Las dos máscaras del teatro –la comedia y la tragedia– acompañan cada momento de la vida. Muchos disfrutan del verano, otros padecen las consecuencias de terribles incendios. No se olvida ni una realidad ni la otra. Simplemente, esta página recoge –desde hace años– la alegría de disfrutar del verano, mostrando en cada domingo las muchas maneras de hacerlo que nos brinda la Heroica, comenzando por esta edición.



