La obra de desagües pluviales de calle Tacuarembó, que inicialmente estaba previsto iniciarse en la intersección de Setembrino Pereda con esa arteria, sufrirá una modificación en el desarrollo, luego de que técnicos municipales rectificaron los niveles en toda la extensión, hasta el Paseo de los Niños y posteriormente hasta el río, una vez se determinen las intervenciones que diseña OMA para toda la franja costera.
El ingeniero Gustavo Belvisi informó que se tomó la decisión de realizar en primer término la obra mayor de desa-güe, desde Silván Fernández al Paseo de los Niños, donde se colocarán –como fuera informado– caños de hormigón prefabricado de gran porte, de 2,50 por 1,20 metros. La empresa que ganó la licitación, José Cujó S.A., en coordinación con la Intendencia se encuentra en la etapa de acopio de estos caños que necesitarán una obra de excavación de alrededor de cuatro metros de profundidad en la parte más compleja, cuando deban colocarse por debajo del colector industrial cuyo caño de 800 mm se encuentra a 1,80 metros de profundidad.
“Los cambios en la planificación son comunes en una obra, desde que se deben ir rectificando niveles y otros aspectos de manera periódica. Así las cosas, cuando se verificó una diferencia de niveles tomamos la decisión de instalar primero los grandes caños de hormigón, que se instalarán en calle Tacuarembó desde Silván Fernández al oeste”.
Dado el tamaño de los caños y la profundidad de la excavación “se estableció un plan de trabajo que minimice los problemas para los vecinos y reduzca la cantidad de tiempo con la excavación abierta, porque ese será el período más peligroso, donde habrá que extremar las medidas de seguridad, las que por supuesto se las estamos demandando a la empresa, porque es clave”, destacó Belvisi.
Los cuatro metros de profundidad en la excavación se verificarán bajo el colector industrial. Pero más arriba será menor, en la medida que debe mantenerse un desnivel que permita el desagüe lento del agua pluvial. Técnicamente “el nivel de desagüe debe ser mínimo, de menos de medio por ciento”, indicó Belvisi. “Es así para permitir un desagüe que se llama laminar. Sin dudas vendrán grandes chaparrones, muy fuertes, porque entre otras cosas tenemos que considerar que estamos viviendo un cambio climático y que contra eso es difícil tomar todas las medidas. Hay algo superior a lo que los ingenieros podrían diseñar, y este cambio en el clima afecta en todo el mundo”, agregó.
Desde Carlos Albo hasta el Paseo de los Niños el desnivel es de alrededor de dos metros, lo que hace complejo el diseño y la obra misma. En Carlos Albo y Tacuarembó está el mayor problema, que se arrastra desde hace muchos años, inundando las casas de los residentes en muy pocos minutos. Ese problema está enfocado para su solución en el proyecto técnico. Y por eso se deben colocar a lo largo de 260 metros estos grandes caños de hormigón.
Se determinó que una vez que se cuente con una cantidad considerable de caños, se comenzará la excavación en Tacuarembó y Silván Fernández. Al llegar al fondo, se sellará el “piso” con una mezcla cementada que ocupará una superficie superior a la del caño y deberá fraguar, aunque se estima que eso llevará pocos días. Luego, con el auxilio de una grúa de grandes dimensiones, se irán colocando los caños que a su vez deberán trabarse entre sí. Una vez cumplida esa etapa y certificados nuevamente los niveles así como la calidad de la traba entre caños, se podrá cerrar la excavación.
Así se irá descendiendo hasta el Paseo de los Niños. La parte más compleja de la obra será colocar los caños de hormigón por debajo del colector industrial, pero Belvisi indicó que “es algo que se puede hacer, con la debida planificación. Los caños quedarán apenas por debajo del colector industrial. Habrá que realizar varios controles para asegurarnos que estén colocados correctamente, que no tengan pérdidas de agua pluvial”.
“La excavación sin dudas va a sorprender por su profundidad, pero es lo que técnicamente se requiere, respetando los niveles de desagüe, de modo que lentamente el agua va a ir descendiendo hasta llegar al río Uruguay. Esa parte de la obra es la que aún no está completamente determinada, porque hay que esperar a conocer las intervenciones que se harán en la zona. Obviamente, sí está claro que el desagüe finalizará al mismo nivel que la cota habitual del río”.
Por otra parte, hay otros dos frentes de obra en ejecución. Por calle Libertad, desde Salto a Tacuarembó se colocan caños de desagüe de plástico y en Silván Fernández se trabaja en una boca de tormenta, la primera, que vertirá el agua de lluvia a los caños de hormigón prefabricado.
La obra tiene un presupuesto de un millón y medio de dólares, financiados por el fideicomiso Paysandú II. Beneficiará a cientos de vecinos que residen en la zona y que frecuentemente sufren inundaciones en días de lluvia intensa.
El proyecto original fue diseñado en 2011, porque la Administración Bentos pensaba ejecutarla en 2012, lo que posteriormente no se concretó. Ese proyecto fue actualizado y ahora está en ejecución. No se ha determinado aún la fecha concretar del comienzo de la excavación en calle Tacuarembó, pero se estima que será en un plazo no superior a las dos semanas.