Con una feria en Plaza Constitución, se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente

A lo largo de la mañana y la tarde de ayer tuvo lugar en la Plaza Constitución la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, con una feria de expositores que pudieron compartir su trabajo con la población. Del evento participaron el ITSP, la UTEC, CARU, el Ministerio de Ambiente, la Intendencia de Paysandú, la Cooperativa de Clasificadoras de Paysandú, así como proyectos como “Ciclo Orgánico”, “Reinicia” y la regional Paysandú de la Red de Agroecología; actividad enmarcada en los festejos del 159º aniversario de Paysandú Ciudad.
Los responsables del emprendimiento Ciclo Orgánico comentaron a EL TELEGRAFO que “es un servicio de gestión de residuos orgánicos a domicilio. Lo que buscamos evitar es que los residuos orgánicos terminen en el vertedero, en donde se termina generando gas metano. A los usuarios que nos contratan les entregamos un balde donde separan los residuos orgánicos. Nosotros pasamos a buscar esos residuos una vez por semana, retiramos el balde y entregamos uno limpio. Al cabo de tres meses eso se composta y de esa manera evitamos que los residuos terminen en el vertedero”.
“Somos más de 130 familias en todo Paysandú y hoy estamos cumpliendo 2 años. Tenemos un convenio con la intendencia: la misma nos da un lugar y nosotros a cambio tiramos los residuos orgánicos del comedor municipal, que en este momento está generando dos tarrinas de 60 litros de residuos por semana. Eso en lugar de compostarlo, lo hacemos humus. Se llama lombricompost, hecho a partir de la lombriz roja californiana. Eso se embolsa y se lo vamos a dar a instituciones como Aprodime para que lo vendan y generen ingresos. La idea es mostrar cómo a través de un residuo bien gestionado podemos generar un producto de valor y ayudar a otras instituciones”, indicaron.
Por su parte, el proyecto “Paysandú sostenible”, a cargo de la intendencia, busca mejorar la producción hortifrutícola del departamento. “Lo que nosotros hacemos es entregar semillas de estación dos veces al año. Acompañado de eso viene la asistencia técnica de una ingeniera agrónoma, que da una cartilla con consejos e indicaciones para plantar y cuidar las plantas, además de consejos para producir y cosechar. Si el establecimiento es un poco más grande, la ingeniera agrónoma visita la huerta para ver el tipo de tierra que hay, qué es mejor plantar y también indica cómo regar, cuando mover la tierra, cuando no, para tener una mejor producción. A algún productor que lo necesite se le puede facilitar la construcción de un invernáculo y en algunos casos se ha asistido incluso con alguna perforación de agua subterránea para riego” comentaron sus referentes.
Y haciendo referencia a las facilidades que se le brindan a los productores para obtener herramientas, agregaron: “hay un sistema rotativo de préstamo de herramientas, que ayuda a hacer mucho más trabajo en menos tiempo. Es rotativo porque lo usa un productor, después se lo pasa a otro, y ahí te ahorras que el productor tenga que comprarse la máquina. Hoy tenemos 130 productores de diferente escala. La idea es que produzcan mejor y que produzcan más. Muchos ya se han sumado a ser proveedores de comercios locales como almacenes y verdulerías”.
El proyecto “Reinicia” y los chicos del ITSP también dijeron presente. Desde el ITSP se trabaja en un interesante proyecto con los alumnos del bachillerato de química. Tuvo su origen en 2017 y ha pasado por varias generaciones de estudiantes. Se clasifican residuos en origen y desde 2019 el proyecto se encuentra institucionalizado, con un trabajo de concientización en el propio ITSP. Además, se ha implementado en otras instituciones educativas y en clubes. Lo que hacen es clasificar y entregar los residuos ya clasificados a la cooperativa de clasificadoras. Cuentan con un código de colores enmarcado en la normativa UNIT para los diferentes tipos de residuos, que van desde el papel y el cartón hasta el plástico, el metal, el vidrio e incluso residuos informáticos.
Por su parte, “Reinicia” es un proyecto que trabaja con componentes informáticos. “Nosotros lo que hacemos, mediante donaciones, es arreglar las máquinas y venderlas a escuelas, escuelas rurales, salones comunales, CAIF, a quien precise. Reciclar algún equipo es básicamente arreglarlo y cambiarle alguna pieza. Hay equipos que ya no sirven y se mandan a Montevideo, a una empresa que exporta todo lo que es esto” comentaron sus responsables, y agregaron que “muchas veces la gente no sabe que hacer con una computadora que está en desuso y para nosotros lo importante es que las máquinas no terminen en el vertedero y que todo lo que se pueda arreglar para darle un segundo uso, se arregle. Son nuestros dos grandes pilares: dar un segundo uso y no contaminar”.