El remo celeste sigue marcando terreno. Uruguay continúa compitiendo al más alto nivel, codeándose con los mejores, y logrando resultados. Ahora, Uruguay metió tres botes en las semifinales de la segunda Copa del Mundo, que se disputa en la ciudad polaca de Poznan, y hoy intentarán ganarse un lugar en la definición.
Bruno Cetraro se quedó con el triunfo en la Serie 2 del Single Ligero con un tiempo de 6:55.52; Felipe Klüver terminó cuarto en su serie (7:12.04), y luego ganó el repechaje (7:02.00) para también acceder a las semifinales. Y Leandro Rodas y Martín Zócalo, en el Dos Sin Timonel, también clasificó a semifinales pasando por la serie en la que fueron cuartos (6:44.41) y el repechaje, en el que terminaron terceros (6:40.48).
La alegría de los celestes era evidente. Pero el entrenador Osvaldo Borchi se mostró realmente emocionado en un video que envió a, entre otros, EL TELEGRAFO. “Quiero compartir con todos ustedes este momento de felicidad, realmente importantísimo. Mañana (hoy) no sé lo que va a pasar. No nos interesa mañana. Hoy (ayer) es el día mágico para el remo de Uruguay, con tres botes en las semifinales de esta segunda Copa del Mundo. Con una participación muy fuerte de equipos de gran importancia y tradición en el remo, nuestros remeros hicieron una demostración de valor, calidad y técnica ante grandes equipos”, dijo. Y emocionado, con un nudo en la garganta, remató: “Si me dicen qué es la felicidad… estoy sumamente feliz”.
El secreto del remo celeste
Minutos después, el entrenador remarcó a EL TELEGRAFO que “a los sentimientos no hay que esconderlos, salen naturalmente”, haciendo referencia justamente a ese video en el que se lo veía emocionado.
Mientras Bruno Cetraro preparaba una tortilla para cenar, Borchi destacó el esfuerzo realizado por sus remeros, la causa de su emoción. “Es que esto es muy fácil: te voy a explicar. Nosotros lo único que hacemos es trabajar. Y siempre trabajamos más que los demás. Es que si tenemos que superar a los demás, que tienen mejores cosas, la única manera de poder hacerlo es trabajar más. No es fácil, pero es solo eso”, dijo.
Borchi, que le ha cambiado la cara al remo celeste, dejó en claro que “no es fácil soportar el entrenamiento, las cargas, que a veces no son racionales. Pero terminan llevándote a un punto en el que los remeros, que son los que hacen historia, salen al agua sabiendo que están entrenados y tienen la capacidad de ganar o perder con cualquiera. Y hablo de Australia, Finlandia, Estados Unidos, Alemania. De los 10 entrenadores que hay ahí, 11 son mejores que yo; y los otros tienen masajista, el que limpia el bote, el que compra la vitamina, el que barre”.
Pero “no a todo el mundo le gusta levantarse a las 6 de la mañana y acostarse a las 12 de la noche. Estos chicos están siempre concentrados, se hacen la comida ellos, duermen seis juntos en un mismo cuarto. Pero eso hace que cuando se sale al agua, se hagan las cosas bien. Pero el secreto son ellos: podés ser muy buen entrenador, como buen cocinero, pero si tenés gato para cocinar por liebre, tarde o temprano hace ‘miau’. Traelo a Pep Guardiola a la selección de Honduras, a ver qué hace. Acá lo que hay que hacer es laburar, y se labura con pasión”.
