Como parte de las actividades del 159º Aniversario de Paysandú Ciudad, el grupo montevideano de tango Malbaraje ofreció un recital en el teatro Florencio Sánchez. Fue además la presentación inicial de una gira que en las próximas semanas los llevará por varias ciudades del litoral, con el apoyo de los Fondos Concursables para la Cultura del MEC. Integrado por el pianista Javier Toledo (piano), el violinista Juan Cannavó, el bandoneonista Sergio Astengo, el contrabajista Germán Álvarez y la cantante Paola Larrama, Malbaraje interpreta un repertorio que alterna temas propios con clásicos del género, reformulados desde una lectura contemporánea, e incluso viejos tangos uruguayos de indudable riqueza musical, que por un motivo u otro no son tan conocidos.
Al ingresar al teatro podía verse al fondo del escenario la imagen del paisaje campestre que ilustra la portada del primer disco del grupo, “Del mismo río”, lanzado a fines de 2019 (como le sucedió a tantos, debieron postergar la presentación en vivo de ese trabajo por las restricciones sanitarias que vinieron después).
Bastó que sonaran los primeros fraseos y acordes sobre el escenario, para que recordáramos que el tango es una fuente inagotable de música y sentimientos, y una de nuestras grandes herencias culturales. Como una pequeña orquesta de cámara, elegante y orgánica, Malbaraje va al rescate de la tradición tanguera y se apropia de ella para pintarle colores novedosos.
Música e imágenes
El concierto comenzó con dos temas instrumentales: “Desde el alma”, el célebre vals de la uruguaya Rosita Melo, y “Ahora sí”, de Javier Toledo, el compositor del grupo. Enseguida se sumó la cantante, que saludó al público agradeciendo “que hayan venido a pesar del frío, y del partido de Uruguay que está en este momento”, para después cantar “El corazón al sur”, de Eladia Blásquez, y “Nada”, de Dames y Sanguinetti. Mientras la música sonaba, en la pantalla se proyectaban películas (mayormente en blanco y negro), cuyas imágenes dialogaban con la música. Algunas parecían estar ambientadas en la región, y en otros casos se trataba de fragmentos de filmes clásicos (Nosferatu, Metrópolis, Ama a tu prójimo, entre otros). Según se detalló después, la parte visual estuvo a cargo de Cecilia Almeida (visuales). El sonido, a cargo del técnico Gustavo De León, estuvo también a la altura.
Se oyeron después otras dos piezas originales: el instrumental “La indecisa”, y “Olvido del mismo río”, con letra de Diego Rodríguez Cubelli, un vals que fue tal vez uno de los puntos más altos de la noche. No faltaron homenajes a dos músicos admirados por el grupo: el argentino Astor Piazzolla, de quien interpretaron “Fracanapa”, y el uruguayo Oldimar Cáceres, de quien el pianista tocó a solas un exquisito un vals, titulado “Sofía”. En el segmento final hubo otro tema propio y tres clásicos: “Sin piel”, de Eladia Blásquez; “Mal de amores”, de Pedro Laurenz, y “Lluvia de Estrellas”, de Osmar Moderna.
Apuesta al tango
Antes del bis, en nombre de la Intendencia de Paysandú, la Unidad de Gestión de Eventos y el equipo del teatro Florencio Sánchez, Antonella Arbelo agradeció al grupo “que hayan pensado en Paysandú para ser parte de esta gira. Es algo muy bueno, que nos pone también felices a nosotros. Estamos apostando al tango, y a dar a conocer a este departamento, que queremos que sea una sede regional y una capital del tango. Que ustedes hayan venido es muy importante. Esperamos que no sea la única vez, que esto de pie a poder recibirlos otra vez”. El encargado de eventos, Nicolás Aramburu, hizo entrega de una ramo de flores a la cantante, y Malbaraje se despidió con la milonga “Baldosa floja”, cerrando una noche de tango tocado y sentido desde las raíces, pero también desde el presente.
