La despedida del “8 de Junio”será con básquetbol

Así lucirá el frente del escenario y la explanada de acceso.

Tras evaluar las ocho propuestas recibidas fue presentado el proyecto ganador del concurso realizado por la Intendencia para la remodelación del Estadio Cerrado, que demandará una inversión de 4 millones de dólares.
Los arquitectos Pablo Kelbauskas, Paula Lafranconi y Diego Secco fueron quienes idearon el proyecto ganador, que fue elegido hace varias semanas pero cuyo anuncio se demoró por diferentes aspectos. Las obras podrían iniciarse el próximo año, luego de la licencia de la construcción, y se extenderán a lo largo de unos 10 meses.
El próximo 9 de setiembre se realizaría un partido de básquetbol entre Peñarol y una selección de Paysandú reforzada, que servirá como despedida del viejo Estadio Cerrado, y que contará con entradas populares para que los sanduceros puedan disfrutar del espectáculo.
“Se presentaron ocho propuestas de altísima calidad”, que reflejaron “el mejor talento de las mejores cabezas del Uruguay”, dijo durante la presentación el intendente Nicolás Olivera, quien valoró al recapitular lo actuado el trabajo realizado por el equipo que tuvo a su cargo la confección de las bases, así como a la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU) y a República Afisa.

Explicó además que “decidimos transitar un camino diferente, pusimos el número y buscamos el talento”, dado que además del proyecto arquitectónico cada presentación contó el presupuesto elaborado por una empresa, a los efectos de contemplar el presupuesto establecido en las bases.
“A los arquitectos que participaron les pedimos que no desnaturalicen la gestualidad de la obra, no queríamos otro estadio, queríamos ese con un mejoramiento; tenía que seguir siendo el Estadio 8 de Junio” agregó Olivera.
Tal como estaba establecido en las bases, la reforma no solo contemplará el exterior del estadio sino también todo el interior, incluyendo la acústica, térmica, movilidad y seguridad. “Adentro de la cáscara van a pasar tantas cosas como afuera, y ese era el desafío, que con 4 millones de dólares todas esas cosas pudieran pasar. Ese fue el motivo por el que ganó quien ganó, porque logró sintetizar un componente estético y funcional, que es tan o más importante que el estético”, dijo.
La idea es contar con un espacio multipropósito, que cumpla además con la normativa de FIBA para poder contar con espectáculos internacionales de básquetbol.
En ese sentido, hay que remarcar que seguramente se plantearán cambios en la idea original del proyecto elegido, en virtud de que han existido contactos con FIBA que ha informado cuáles son las exigencias que deben plasmarse en el escenario.
Pablo Kelbauskas, integrante del equipo ganador, destacó que el proyecto atenderá las demandas que se plantean en el concurso, pero que también “nos propusimos que la intervención tuviera un carácter propio, que se leyera como un elemento independiente y ajeno al original para respetar el edificio original, y entre los dos construyeran un diálogo tenso e interesante”.
Afirmó también que “pretendíamos que el edificio tenga un carácter menos introvertido y comenzara a comunicar hacia afuera, sobre todo en los laterales, con un espacio vibrante, activo, con mucha actividad”.
Vale recordar que el jurado que eligió el proyecto estuvo a cargo de los arquitectos Fernanda Goyos (SAU), Conrado Pintos (elegido por los concursantes), Ana Russi, Walter Belvisi y el licenciado Guillermo Arias.