Centenario 2030: “Lo que hay que pensar es en el legado”

Los cuatro socios para organizar el Mundial 2030, es decir Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay siguen dando pasos pensando en la presentación de su candidatura.
Uruguay aspira a tener, como sea, la final del torneo que celebrará los 100 años de la primera Copa del Mundo, en el que el Estadio Centenario fue protagonista. Y se espera, porque así también lo ha manifestado la propia Conmebol, que el monumento al fútbol sea nuevamente mundialista.
“Lo que hay que pensar es en el legado: qué es lo que pretende del Centenario”, que deberá lógicamente ser remodelado.
La opinión de José Ignacio Masena es clave. ¿Quién es Masena? Arquitecto uruguayo que trabajó en escenarios del Mundial de Brasil y que lo hace desde hace unos años en tres de los estadios donde se vivirá el Mundial de Qatar en algunas semanas.

“Depende de la fase del torneo que pensamos tener” es lo que necesitará el Centenario. “Uruguay piensa en la apertura o en la final. En ese caso deberíamos apuntar a un estadio de entre 60 y 80 mil personas. Hoy, el Centenario tiene una capacidad de unas 60 mil personas, pero no el estándar que pide FIFA”, explicó a EL TELEGRAFO en base a su riquísima experiencia.
“FIFA pide un determinado espacio entre personas, de determinado nivel, áreas de mayor confort para los que pagan más, para invitados, la prensa… Entonces la capacidad tiene que ser aumentada. Y es cantado: hay que hacerle modificaciones estructurales porque la estructura de hormigón está sufriendo y sufrió el paso de los casi 100 años”, agregó.

Pero la clave está en que “hay que pensar en un modelo de negocio”.
Es que “hoy el Estadio Centenario no se sustenta con el fútbol, porque la selección juega 10 partidos en tres años, más algún que otro clásico que ahora ni siquiera se juega ahí. Entonces, la fuente de ingreso no puede ser solo con el fútbol”.

Por eso, “lo principal es pensar qué queremos que el Centenario sea, y después que pensemos en el legado, cómo podemos aprovechar la excusa de la Copa para ir en esa dirección”.

Masena fue más claro todavía: “no construirle a FIFA lo que FIFA quiere y después vemos qué hacemos con eso, sino saber qué queremos hacer nosotros”.
“Que sea un estadio multiuso, con instalaciones de uso diario y que tenga renta diaria, y después que algunas cosas se desarmen para tener el estadio que queremos. Pero primero hay que pensar en el legado, de qué manera lo obtenemos pensar qué se le puede sacar a la FIFA y no que la FIFA saque ventajas del país”.

El arquitecto sumó desde Qatar que toda la idea del Mundial 2030 “da un poco de miedo porque es un montón de dinero que se invierte en prioridades que no son las del país. Invertís en infraestructura pero capaz que no en las necesidades del momento para el país. Te vas a endeudar por 20 años para que otro saque provecho de la infraestructura, porque el negocio es de la FIFA. El que percibe y el que se lleva es la FIFA. El Estado invierte y tiene el honor de haber sido sede del Mundial”.

La idea sigue siendo difícil. Y Conmebol tiene en claro por dónde puede dar pelea: poniendo arriba de la mesa el volver a las raíces del fútbol.
“La vuelta a las raíces es lo más grande que tenemos para ofrecer. Hoy tenemos dos competidores, España – Portugal, que tiene todo pronto, que en los papeles nos va a ganar. Pero nosotros tenemos lo emotivo. Para ellos es lo mismo hacerlo en otro momento: para nosotros es 2030 o nunca”, remató Masena.