Gran regreso de Luna llena en el Palmar

El evento turístico Luna llena en el Palmar regresó este año después de no haberse podido realizar durante el período de emergencia sanitaria, y el esperado regreso –con novedades– fue además muy exitoso, tanto desde el punto de vista de la concurrencia como en cuanto a los objetivos planteados.
Carolina Valdomir, integrante del Grupo de Guías de Guichón, tradicionales organizadores del evento –quienes ahora se sumaron otras instituciones y grupos locales– comentó a EL TELEGRAFO la excelente respuesta que tuvo este año la propuesta.

“Llegaron jóvenes de Paysandú, había alguien de Alemania, había mexicanos, había norteamericanos y no sé de qué otro país, pero había de más lugares; por ejemplo de Buenos Aires había una barra y otra gente de Entre Ríos”, señaló. Desde Uruguay hubo presencia desde varios departamentos, entre ellos una excursión de Colonia y San José.
Entre las innovaciones de este año, el evento presentó la posibilidad de participar en talleres que se ofrecieron en el local de la Escuela 31 de Palmar Grande, que fue el epicentro. Entre ellos, hubo uno a cargo de Alejandra Franco, que trabajó en arcilla a partir de cuentos sobre animales autóctonos. “El objetivo del evento, más allá de pasar un rato divertido y todo eso, es la conservación del palmar, del butiá; entonces todo lo que tenemos asociado a eso”. También hubo, por ejemplo, un taller de gastronomía en el que se trabajaron recetas con butiá, tanto con niños como con adultos.

En la parte musical, que desde el principio ha formado parte de la propuesta, este año contó con la participación del dúo integrado por Leandro Fernández y Fabián Rivero, además de Ernesto Amir. “Después había paseos en canoa en la cañadita, que era el lugar donde se hacía el evento de luna llena cuando no teníamos la escuela”, agregó.
Por supuesto que no faltó la caminata nocturna entre las palmeras y al día siguiente, en vehículos, se realizó un nuevo circuito, guiado también por Carlos Urruty, acerca de los hechos históricos de la zona, como la histórica Batalla del Palmar, los cementerios y las mangas de piedra.

“En el taller gastronómico hubo pruebas de tortas y de distintas cosas caseras y que tienen que ver con butiá, como por ejemplo unas galletitas con recetas en la que se usó harina de fibra, o sea la harina del butiá; se usó jalea de butiá, fruta fresca, el ‘coquito’ de la fruta. También se trabajó con el libro de recetas ‘Butiá para todos sus gustos’ y también con recetas de Laura Rosano”, resumió Valdomir.

Tras la caminata entre las palmeras, de la que participaron alrededor de 60 personas, se reunieron en torno al fogón para compartir la cena y luego la guitarreada. “Se comió cordero, como siempre, infaltable, y ensaladas de varios tipos. Al otro día llegaron vecinos y pobladores que estuvieron ahí”, repasó.