Familiares de Gabino Jacinto Ezeiza García, el “payador de payadores” que fue homenajeado por la Junta Departamental de Paysandú colocando una placa al frente de la casa donde vivió gran parte de su vida, en la calle Azul número 92, de la Comuna 10, Floresta, Buenos Aires, aprovechó la oportunidad para que se instale en un lugar público cercano un monolito que recuerde la figura de la autor del “Saludo a Paysandú”.
Los nietos Alcira, Mónica y Claudio (no estuvo presente) Ezeiza y la bisnieta Natalia Álvarez Ezeiza realizaron una propuesta formal poco antes de finalizar el acto.
Asistieron el intendente Nicolás Olivera, el presidente de la Junta Departmental, Claudio Zanoniani, los integrantes de la Comisión de Turismo de la Junta Departamental Marcelo Tortorella, Nicolás Mega, Alejandro Leites y David Helguera, así como el secretario político del legislativo departamental, Gerardo Muria. También estuvo presente Ruben Luberiaga, quien presentó la idea de colocar una placa en Azul 92.
Luberiaga vivió 47 años en Buenos Aires y “cuatro veces por día pasaba frente a la casa donde vivía Ezeiza. Pasaba por acá y era como que tenía una deuda. Por eso siempre estuvo en mí este homenaje. Ellos recogieron la idea y en poco tiempo se hizo realidad. Creo que he cumplido, con la Junta de Paysandú, con el payador Gabino Ezeiza”.
Antes de iniciar el acto protocolar, un grupo de payadores integrado por José Curbelo, Luis Genaro, Gabito Cara, Aaron Juarez, Emanuel Gaboto y Leonardo Silva –quien viajó desde Paysandú– ofrecieron una payada tomando como tema a Gabino Ezeiza y posteriormente interpretaron el Saludo a Paysandú.
“GRACIAS, DON GABINO”
El presidente de la Junta Departamental, Claudio Zanoniani, optó por homenajear a Gabino Ezeiza con una prosa escrita por él.
“Estimado Gabino, tu prosa hoy como hace muchos años está clavado en el corazón y en el sentimiento del pueblo de Paysandú. Tu brillantez sencilla ha calado tan hondo en nuestra cultura y en nuestra idiosincrasia que desde entonces y hasta ahora te consideramos un sanducero más. Gracias don Gabino por recordarnos siempre que somos un pueblo heroico como nos nombraste en tu trinar, el cual amamos y respetamos. Gracias don Gabino por recordarnos continuamente la maravillosa hermandad que tenemos con el pueblo argentino que más allá de ideologías e idas y venidas es la hermandad de la gente, la única valedera, la única prístina, la que nunca se debe tocar. Muchas gracias don Gabino Ezeiza, muchas gracias pueblo argentino”.
en homenaje al autor de “Saludo a Paysandú”.
“HOY NOS VUELVE A UNIR”
El presidente de la junta de Comuna 10, Mauro Pedone Balegno, agradeció la presencia de la delegación sanducera, así como de los familiares de Gabino Ezeiza y recordó el arte de la payada.
Nicolás Olivera, intendente de Paysandú, tras saludar “la iniciativa de la Junta Departamental y de Luberiaga”, explicó el concepto de heroica que lleva nuestra ciudad. “En diciembre de 1864 hasta el 2 de enero de 1865, el último bastión de lo que era la defensa del gobierno constitucional de la época. Habían caído los otros departamentos del país; quedaba Paysandú. Del otro lado estaban los malos orientales reunidos con algunos brasileros y algún argentino entreverado. Eran unos 15.000 y de este lado de la plaza eramos 1.000, comandados por el entonces coronel Leandro Gómez. Cuando cae Paysandú, de hecho, dio comienzo la ignominia de la guerra de la Triple Alianza”, indicó.
Después subrayó que “un recitado que tiene tantos años hoy nos vuelve a unir. Hoy nos reunimos personas que previamente no nos conocíamos del lado argentino como del lado uruguayo. Y lo hacemos gracias a su arte, a ese recitado formidable”.
UN MONOLITO
Tras los discursos, el edil Marcelo Tortorella dio paso a obsequios de la Junta Departamental, entre ellos a los familiares de Gabino Ezeiza, quienes aprovecharon la oportunidad para presentar un planteo formal a la Comuna 10. Su nieta Alcira Ezeiza leyó una petición, que luego entregó al presidente de la junta de Comuna 10, Mauro Pedone Balegno. Solicitó “colocar un monolito en homenaje a esta figura tan emblemática de la ciudad de Buenos Aires. Un homenaje perdurable, que comience a formar parte del entramado cultural de la ciudad, del contexto urbano de la comuna que lo forjó e inspiró. A brindarse a la comunidad y al pueblo argentino, llevando la bandera nacional más allá de las fronteras, logrando puentes de hermandad representando nuestra nación”.
