El Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, se comprometió a gestionar una adecuación de la ley de insolvencia patronal, aprobada en los primeros meses del año 2019, a los trabajadores de la antigua Pili que reclaman por el cobro de los créditos laborales, una vez que cerró sus puertas la industria láctea local, el 30 de noviembre de 2018. El vicepresidente de la cooperativa de trabajo Cosepi, conformada por unos veinte extrabajadores de Pili que realizan tareas de vigilancia en la planta quesera y secadora de suero, Marcel Petrib, señaló que previamente se reunieron con el senador de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos.
“Con Manini hablamos sobre los créditos laborales y planteamos la posibilidad de ajustarnos a la ley de insolvencia patronal 19.690 –denominada de Creación del fondo de garantía de créditos laborales en el ámbito del BPS– y en base a eso quedó de seguir trabajando”. Explicó que “el mismo planteo fue elevado a Mieres y dijo que puede ser factible, pero tiene que pasar por el Parlamento y ver las diferencias en cuanto a las fechas de cierre de la empresa y comienzo de puesta en práctica de la ley”. En cuanto a la posibilidad de la extensión del seguro de desempleo, el secretario de Estado aseguró que “ya no corre más”. Petrib agregó que “le explicamos la situación de varias familias que están complicadas, pero ellos ven que pasó mucho tiempo. Quedó comprometido a trabajar en la prejubilación y pidió los nombres de los trabajadores que estarían incluidos en ese beneficio”. William Dorrego, quien no integró el sindicato y se desempeñó como encargado de área, reconoció que “nos vinimos esperanzados. Indudablemente queremos cobrar los créditos laborales porque es mucho dinero para nosotros, pero entiendo que cada vez que nos vamos con las manos vacías pensamos en las personas que se quedaron sin nada”. Subrayó que “Manini fue muy claro con nosotros y nos dio su respaldo, pero es importante que ahora hagamos gestiones con senadores del Frente Amplio. Por lo demás, seguiremos trabajando con la urgencia que tenemos para que no siga pasando el tiempo”. Robert Ayala, quien se encuentra en el grupo de extrabajadores que puede acceder a la prejubilación, consignó que “no vamos a perder la esperanza y seguiremos con las gestiones hasta que se pueda. En mi caso, con la edad que tengo es difícil que pueda encontrar trabajo. Por eso, el seguro era un respiro”.
Daniel Álvez era empleado en uno de los tambos de Pili. “El campo está cada vez peor para encontrar trabajo y el seguro era un aire para mí, pero eso está descartado. Las reuniones fueron positivas, tanto con Manini como Mieres. Ahora seguiremos con el asesoramiento para ver la suerte que corremos con los créditos laborales. En general, para los trabajadores rurales se hace difícil acceder a una jubilación. Son trabajadores que lo hicieron toda su vida, pero algunos no llegan por los años de aportes”.
