Decenas de Fiat 600 participan de Encuentro de Hermandad en Guaviyú

Entre 70 y 80 autos Fiat 600 -Fitito- participan desde el viernes, en termas de Guaviyú, del Séptimo Encuentro de la Hermandad, que reúne a los clubes Fiat 600 de Uruguay y Argentina. Realizan dos encuentros por año, uno en Argentina, en octubre y otro en noviembre en Uruguay. Los une “la pasión, el cariño, el recuerdo del Fiat 600 como nuestro primer auto, en nuestra juventud”. Varios los utilizan diariamente y alguno incluso compite en carreras de regularidad. Detrás de cada conductor hay una historia, y todos utilizan la pasión por el Fiat 600 para reunirse, hacer buenos amigos. El Fiat 600 fue diseñado por Dante Giacosa y construido por la empresa italiana Fiat desde 1955 hasta 1969. Fue un éxito mundial que se fabricó en varios países, incluyendo Argentina.

La organización está a cargo de la filial Paysandú del Club Fiat 600 de Uruguay, de Adrián Gaybalmaz -encargado de la filial-, de Sergio Añasco y otros integrantes de la misma filial. En octubre pasado el encuentro se realizó en Escobar, Buenos Aires y ahora corresponde a Paysandú. “Hay Fiat 600 de Córdoba, Rosario, La Plata, Buenos Aires, Mar del Plata, pero estamos esperando de otros lugares también”, dijo Gaybalmaz. En su caso “fue mi primer vehículo, siempre me gustó. Dos compañeros de trabajo compraron Fiat 600 y ahí armamos la filial”. Ruben Peña, encargado de Club Fiat 600 Uruguay, que reside en Costa de Oro, acaba de ganar el campeonato sudamericano de regularidad en Paraguay, de autos históricos, compitiendo contra -entre otros- Chevrolet 400, Falcon, Ford Escort y BMW 2002. “Hicimos 5.000 kilómetros en total y salimos campeones de regularidad. Fui manejando y volví de la misma manera, sin ningún problema”. José Salcedo, encargado del Club Fiat 600 Argentina que reúne 31 filiales, incluyendo la de Córdoba que fue la primera en fundarse en el vecino país, aseguró que “en el último censo que hicimos en 2019 había alrededor de 500 unidades”. En su caso “en mi casa siempre se hablaba de los Fititos, siempre me gustaron y tengo el mío desde hace 21 años. Jorge Omar Pico, cordobés, ha viajado con su Fiat 600 por Chile, Perú y dentro de este país llegó a Cusco y Machu Picchu. Ahora tiene el sueño de llegar a Alaska y retornar en su Fiat 600. “A los 18 años tuve mi primer Fitito. Ahora hace cinco años que compré el que tengo ahora. En realidad si el auto está bien armado y en punto, no tiene problemas, no calienta el motor, es un auto muy confiable. Yo le he hecho ya 20.000 kilómetros”.

La historia de Christian Cervellera, también de Córdoba, es por lo menos extraña. “Al Fiat 600 que tengo lo estuve esperando dos o tres años, cuando un muchacho lo estaba armando y había quedado en vendérmelo. Cuando lo va a hacer lo estafan, pero eso no me hizo abandonar las ganas de tenerlo. Tanto, que terminé comprándoselo a quien lo estafó”, contó. “Ando en él por todos lados. En Córdoba por todos lados. Mi pasión es salir a disfrutarlo y ver cómo la gente lo mira y pregunta cosas de su estado. Aquí todos los que estamos tenemos la misma pasión, y es lindo participar de estos encuentros, conocés gente buena”. Adrián Fortunato, de Rosario, Santa Fe, también asegura que “ando por todos lados, es un auto simple, confiable si está en buenas condiciones. Y estos encuentros son la excusa para reunirse con toda esta gente”. Ayer, a instancias de la alcaldesa de Quebracho, Sylvia Bisoso, recorrieron esa ciudad en caravana.

Hoy siguen concentrados en Termas de Guaviyú donde pueden observarse y conversar con sus propietarios.

El próximo encuentro, en octubre de 2023, será en Mendoza.