Suizos e italianos: grandes influyentes en la obra arquitectónica de Paysandú

“La influencia de suizos e italianos en la arquitectura de Paysandú” ha sido profunda y está presente en los edificos más emblemáticos de la ciudad. El arquitecto Rubens Stagno Oberti expuso en la Sociedad Suiza acerca de las obras más destacadas y el protagonismo de sus inmigrantes entre los siglos XIX y XX.
“Es un tema que lo estudio desde hace años y esta charla estaba preparada desde antes de la pandemia. Se postergó y eso me permitió incluir nuevos conceptos y nuevas imágenes. En Paysandú hay una fuerte influencia de una arquitectura neoclásica del siglo XIX que viene de la mano de dos grandes maestros de obra. Uno fue Bernardo Poncini –arquitecto e ingeniero– y su hermano francisco, maestro de obras, quien se radicó en Paysandú”.

Ambos “construyeron la Basílica, uno de los primeros grandes edificios sanduceros, junto a la Jefatura de Policía, el teatro Florencio Sánchez, la casa que conocemos como de los Sorondo y otras. Dejan una herencia cultural importante porque a esas obras la prosiguen sus alumnos”, dijo a EL TELEGRAFO.
Asimismo, entre la década de 1930 y 1940 se registró una fuerte inmigración italiana, estimada en un millón de personas que llegaron al río de la Plata. “Muchos de ellos se trasladaron hacia esta zona del litoral. El Vapor de la Carrera había empezado en 1860 con sus recorridos desde Buenos Aires y Montevideo hasta Salto”.

Las corrientes migratorias trajeron consigo a la mano de obra calificada. “Eran albañiles de cuchara, así como otros dedicados al diseño y, entre ellos, se encontraba Segundo Civelli”.
Ya iniciado el siglo XX, “debe destacarse la obra del Palacio Risso ejecutada por uno de sus hijos, César Civelli Calegari. Así como la tienda París-Londres, que estuvo a cargo del arquitecto Mario Palanti, quien estudió en la academia de Bellas Artes de Brera, donde también se formaron los Poncini”.

Palanti es “el mismo que construyó el Palacio Salvo en Montevideo y el Barolo, en Buenos Aires. Son dos palacios gemelos y pretendía en aquella época que, a través de un gran foco, los destellos se comunicaran entre si. No sé si era una ilusión óptica o si la atmósfera estaba limpia que permitía ese vínculo”.
Posteriormente a la etapa de Art Decó llegó la arquitectura moderna, ejecutada por nietos de aquellos inmigrantes italianos. “Casi todos fueron apellidos de grandes arquitectos como Garrasino, Vignola, Máscolo o en otra etapa Lanfranconi, o Carlos di Perna, así como Laviano y tantos otros”.

Un debe

En los últimos cien años, con la construcción de la arquitectua suizo-italiana en Paysandú, “tenemos un gran déficit en el cuidado de los bienes patrimoniales”, aseguró el experto. “Si bien la Basílica, la Jefatura o el teatro se han declarado como obras del patrimonio histórico nacional, tenemos otras que requerirían una distinción o la colocación de una placa”.
Stagno planteó “destacar, por ejemplo, la casa donde vivió Francisco Poncini o Civelli, cuya casona se encuentra en Florida casi Silván Fernández donde hay un centro cultural. Me parece fundamental que tengamos en cuenta nuestro pasado y le enseñemos a las nuevas generaciones lo que hicieron nuestros abuelos y bisabuelos”.