La belleza del río Uruguay captada por un navegante y youtuber argentino

Toda la belleza del río Uruguay captada por un usuario de YouTube en un audiovisual que está dando que hablar en las redes.

Gabriel Giles tiene poco más de 1.100 seguidores en YouTube y sus videos suelen estar relacionados con la navegación, en diferentes lugares, tanto en el río Uruguay, del que es vecino, –ya que es de Concepción del Uruguay–, pero también han registrado en las cálidas aguas del Caribe y en las heladas de la Patagonia. Uno de sus últimos trabajos es de un paseo por el río Uruguay, partiendo desde su ciudad, hasta los bancos del Caraballo y la isla Pepeají, unos kilómetros al norte de la localidad entrerriana de Liebig y unos 30 de Paysandú frente a Las Delicias.

El video comienza con una breve introducción en la que Giles da cuenta de cómo será su trayecto, empleando para ello unas detalladas cartas de navegación impresas por Navegando con Amigos. Allí describe que partiría desde Concepción del Uruguay por el canal principal, pasaría entre las islas Almirón –argentina y uruguaya–, luego entre Paysandú y la isla Caridad, navegaría bajo el puente internacional José Gervasio Artigas, las poblaciones de Colón y Liebig, y de allí hacia su destino: el banco del Caraballo y la isla Pepeají.

Los arenales del Caraballo son muy visitados sobre todo por turistas que parten desde Colón y San José. Tiene unos 3 a 4 kilómetros de largo por 500 metros de ancho, describe Giles. Claro que estas medidas están sujetas a la altura del río.

El paseo lo realizó con sus hijas en una lancha con motor de 70 Hp fuera de borda y efectuó tomas tanto con cámara como con un drone. Durante el trayecto, desde la embarcación, fue registrando la presencia de muchos visitantes en los balnearios Banco Pelay y Paso Vera, al norte de Concepción, al igual que algunas embarcaciones en la isla Almirón argentina –más chica que la uruguaya–, frente a Casa Blanca.

YouTube player

De Paysandú, Giles registró su paso frente al puerto y enseguida el video muestra algunas embarcaciones en la isla Caridad, en una muy breve toma. Lo siguiente que registró es el pasaje frente a Liebig, donde se distingue la chimenea del viejo frigorífico y ahí, bien enfrente, Giles advierte por la presencia de un banco de arena en medio del río, que con esta bajante está muy visible –incluso se aprecian en el registro varias embarcaciones atracadas– pero que con algo más de agua, cubierto, puede ofrecer complicaciones.

Ya lo siguiente son las tomas desde el drone, primero desde Pepeají, y son fascinantes. El río luce muy calmo bañado por las tonalidades de las últimas luces del día. También se nota lo transparente que se muestra el agua por estos días, como ya hemos dado cuenta. Luego hay algunas tomas sobre la noche en el campamento y el fogón.

Giles vuelve a intervenir para comentar el amanecer desde el campamento en el banco de arena, en medio del río, acompañando la hermosa toma del sol naciente sobre la costa uruguaya. Luego dedica varios minutos a registrar desde las alturas toda la belleza del lugar, que describe como un paraíso. Los últimos diez minutos son una combinación de imágenes del lugar y de recomendaciones de navegación para que tengan en cuenta quienes se quieran embarcar hacia esa aventura.

SAN FRANCISCO

Recientemente otro video sobre una isla del río Uruguay dio que hablar en redes sociales. En este caso fue un registro, también con drone, publicado por la comunicadora Noelia Franco, quien estuvo en Paysandú en ocasión de la Cata de Tomates y aprovechó para hacer algunos paseos, entre ellos a la isla uruguaya San Francisco, frente a la ciudad de Colón. Fue un registro de apenas 19 segundos pero que tuvo una buena repercusión. En Twitter tuvo más de 135.000 reproducciones, 95 retuits y 32 comentarios, la mayoría de ellos preguntando dónde quedaba y cómo llegar hasta el lugar.

La repercusión de ambos registros, con sus particularidades, da la pauta de lo poco difundidas que están estas bellezas que se encuentran acá nomás y que no hemos sabido –al menos los uruguayos– darlas a conocer y explotarlas para que sean una fuente genuina de ingresos a través de un uso turístico sostenible. Parte de ello era lo que proponía el desaparecido Corredor de los Pájaros Pintados y lo mismo el proyecto de área protegida que involucra las islas de la desembocadura del río Queguay en el Uruguay.
También es la idea con la que llegó Gilbert Butler, quien desde el primer momento advirtió su potencial y adquirió seis islas que donó a los estados uruguayo y argentino para llevar adelante un emprendimiento turístico binacional.