Pamela Anderson cuenta su propia historia en “Pamela Anderson, una historia de amor”

Es una de las mujeres más famosas de la cultura pop, y más de un hombre le dijo alguna vez, en la cara y a modo de elogio, que ojalá se la pudiera embotellar y poner a la venta. Pamela Anderson no es un objeto, pero a pocas figuras les han impuesto más que a ella el traje de la cosificación. Están su pelo rubio, sus curvas explosivas y perfectamente acomodadas en aquella malla roja de Baywatch, su gesto ligeramente sensual, sus 14 portadas de Playboy, sus elecciones, su intimidad. Su imagen, toda, a medida de una industria sedienta de belleza.

Detrás, a metros y metros de distancia, queda el resto: la infancia sufrida, los abusos, la explotación, el padre violento, los hombres violentos, el trato violento, la vida violenta. El trauma de la viralización de un video sexual, filmado junto a una pareja —Tommy Lee— en 1995, robado de su casa y comercializado hasta el hartazgo. Sus emociones. Su propia historia.
Ahora, un año después de que una serie para la que no brindó su consentimiento contara la anécdota de aquella pareja de alto voltaje y aquella grabación casera — Pam & Tommy, disponible en Star+ —, Pamela Anderson finalmente elige hablar por sí misma, a sus 53 años y en versión multiplataforma.

Lanzó sus memorias (Love, Pamela) como una combinación de narrativa y poesía, y acompaña el libro con un documental que llegó a Netflix. Se llama Pamela Anderson. Una historia de amor.
“Un retrato íntimo y humanizador de una de las bombas rubias más famosas del mundo, Pamela, una historia de amor sigue la trayectoria de Pamela Anderson desde chica de pueblo a modelo de Playboy, actriz y símbolo sexual internacional. Con videos caseros nunca antes vistos y entradas de diarios, la película ofrece reflexiones vigorosamente honestas de Anderson sobre las experiencias a veces tumultuosas, pero siempre profundamente sentidas, que han dado forma a quién es ella hoy, incluidos sus romances explosivos y vertiginosos y la infame cinta robada que se convirtió en el primer video viral de Internet y marcaría un punto de inflexión en su carrera”, promete el documental que busca “poner la narración en manos de la única mujer que puede contarla”.

El camino empezó en pandemia. Tras vender su casa de Malibú, en tiempos de coronavirus, Anderson se volvió a Canadá, su país de origen y, en compañía de sus perros y sus padres, empezó a escribir su historia.

Fue su hijo Brandon —que, como su hermano Dylan, es fruto de la relación de la actriz con Tommy Lee— el que la animó a publicar este texto. Eso llega ahora, con un correlato audiovisual.
Brandon, que es productor del documental Pamela Anderson. Una historia de amor, dijo estar “orgulloso” de que el gran público finalmente pueda ver “la verdad” detrás de su madre. “Espero que al final vean que detrás de esta caricatura que todos han amado a lo largo de los años, en realidad hay una persona muy real, muy amable, cariñosa y sensible que merece ser protegida, apreciada y celebrada”, declaró para las notas de producción de Netflix. “Mi esperanza es que esto cierre un capítulo muy doloroso en su vida”.
“Supongo que todo eso de ser un sex symbol es parte del concepto que la gente tiene de mí. Y no es algo que esté intentando cambiar”, le aclaró al New York Times. Pero también: “Sentía la necesidad de contar mi historia. Y no podía dejar que lo hiciera nadie más que yo. Era cuestión de vida o muerte”.

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