Luego de que su declaración Jurada de Tránsito Fronterizo ante la Dirección de Aduanas fuera usada este fin de semana por otra persona, Paola Techera, de 40 años, radicó la denuncia policial y dialogó con EL TELEGRAFO para relatar su caso y así alertar a la población sobre este hecho.
Según contó a nuestro medio, “yo hice el papel de Tránsito Fronterizo para ir el 18 (de marzo), antes de las 12 de la noche; por causas de fuerza mayor no pude ir. Cuando es así, te dan de baja la Declaración Jurada y te lo comunican por mail”. Sin embargo no recibió esta notificación, y cuando el día siguiente “lo intenté hacer, no pude porque me decía que tenía una declaración dentro de los 15 días y que había sido usada a la una y media de la mañana. Yo la había hecho antes de las 12, o sea con una diferencia de un poquito más de una hora y media ya la habían usado”, indicó.
Así fue que asistió al Área de Control Integrado del Puente Internacional “General Artigas” a averiguar de primera mano qué estaba sucediendo. Personal de Aduanas “lo primero que hacen es escanear porque les llevé el papel impreso, y me dijeron ‘sí, está usada’”. Ante la insistencia, “me dijeron que lo único que podía hacer era presentar la denuncia” ante la seccional que correspondiera. De acuerdo a su domicilio, se dirigió a la Primera donde le tomaron la declaración, aunque le aclararon que en realidad derivarían esta denuncia a la Seccional Quinta por ser esa la jurisdicción.
Resolvió contactarse con EL TELEGRAFO este lunes “porque es una denuncia que capaz queda en la nada, pero es para alertar a la gente, que sepa que están pasando estas cosas, que de alguna manera se infiltran en el correo, o no sé cómo ellos trabajan y sacan esos datos”, dijo preocupada.
Reconoció el sentimiento de vulnerabilidad que ocasiona este tipo de casos porque “el tema es que usaron la declaración que estaba con mi nombre” y datos del vehículo. Consideró que no se realizó en realidad “control ninguno, porque ni siquiera se fijaron si era yo”. Refirió que “yo pasé el 18 de febrero, me pidieron la documentación cuando ingrese al país y luego cuando les facilité el papel de tránsito fronterizo con lo que yo traía, que no era mucho, se me volvió a pedir la cédula, entonces, a unos hacen el control y a otros como que nada”.
“Puede venir cualquiera con el papel de uno y pasar como si nada; la falta grave es ahí”, apuntó, recordando que esto sucede en un lugar “que está lleno de cámaras”.
“El interés mío, más allá de que mi denuncia no quede en vano, es también alertar de que están pasando estas cosas, que me paso a mí”, pero en realidad “le podría haber pasado a cualquiera”, observó.
“Una cosa es que puntualmente te roben algo material, como también me ha pasado que me robaron en la calle”, pero este hecho es completamente distinto, pues “están entrando en tu información, están accediendo a tus datos, tus documentos, tu correo, entonces, ¿cómo uno se puede cuidar de todas estas cosas, que no te pase?”, preguntó, reconociendo que si bien está al tanto a través de la prensa de que “ha habido montones de estafas” informáticas, cuando te suceden este tipo de situaciones “no tenés de dónde agarrarte” y “te sentís inseguro”. De acuerdo a lo que le informaron telefónicamente en la Seccional Quinta, el caso “está en investigación” y “que cuando tengan resultado me van a llamar, pero que demora”. Igualmente, “llamé a Delitos Informáticos, a Montevideo, y me dijeron que si correspondía lo iban a derivar para ahí, pero que era válida la denuncia que yo hice. Traté de moverme por todos lados”, aseveró la denunciante, entendiendo que “ellos tienen que dar una respuesta”.
“Hay alguien que pasó con un papel que no era suyo”, advirtió y aclaró que esto no pasa por la mercadería, sino que “el tema es que se metieron con tus datos, con tu identidad y cómo te defendés ante eso, cómo podes actuar de ahí en más, para saber a dónde, quién te respalda, en qué queda. Es un robo de identidad”.