Escribe Danilo Arbilla: Argentina y sus tres caras

¿Qué va a pasar? ¿Quién va a ganar? ¡Qué quilombo!, como dicen ellos; el que se va armar y el que ya está en funciones desde hace un buen tiempo.
Entre tanto barullo y entrevero –más el griterío– en un espejo cascado y difuso como que se reflejan tres caras. Quizás más. Pero vamos por las que yo vislumbro, y quiero compartir; eso sí preguntando, “buscando junto con vosotros”.

La mejor y en lo inmediato, hoy por hoy pero no se sabe hasta cuándo, se nos muestra amable y accesible. Sobre todo si se va con ansias de comer. De comer bien. Además Buenos Aires es una ciudad siempre maravillosa; “cual una querida”, decía Gardel. Si uno no se sale de Recoleta, de los barrios de onda, las cosas lindas que se pueden ver y los gustos que uno puede darse. Engordar a tope. En ese circuito se dan las tres B: bueno, bonito y barato.

Si va a un Súper se amarga, sobre todo si también aquí va al Súper. Entiendo a la gente del litoral. ¡Viva el dólar a 400!, aunque la inflación sea de más del 100%.
Eso sí, no vale alejarse mucho porque uno puede tropezarse con otros Buenos Aires y otras Argentinas; según se lo narran y lo que en alguna medida tiene confirmación, y como adelanto, en el propio circuito recomendado: cartoneros y gente en situación de calle.

Las otras dos son las que se muestran y se las ve por televisión. Desde aquí nomás. Si uno hace zapping, las diferencias son abismales: esto es, lo que relatan unos y lo que cuentan otros sobre un mismo hecho. Unos blanco y otros negro. No exagero, cualquiera lo puede comprobar. Un tipo de periodismo muy poco ortodoxo. Mucha militancia, expresión de deseos, todo opinado y bien adornado. Información muy poca. ¡Las cosas que dicen! De cualquiera y ni que hablar de quien ocupa la presidencia, el que además alimenta ese decir con sus continuas… –humm, déjenme buscar la palabra..– “¡boludeces!” (no hay otra). Hay que reconocer que no es del todo fácil encarar algunas cosas en un país en que se dio un “magnicidio” frustrado a cargo del sicario más abombado del mundo: el revólver no tenía balas (o era una pistola de agua, como notablemente graficó Arotxa).

Y en ese contexto, ¿quién cree que va a ganar las elecciones? Todos dirían que el kirchnerismo pierde (con peronistas que votarían una “heladera”, incluso) . Eso es casi seguro, pero no seguro. Los movimientos populistas, progresistas, que luego pasan a ser autoritarios, cuentan con la suerte de que la oposición, favorita ciento por ciento, se deja dominar por las ansias y se divide y les dejan el camino expedito. Pasó en Venezuela con Chávez y Maduro, pasó en Nicaragua, en Honduras, en Colombia, y en alguna medida en Brasil. Y eso en Argentina también está pasando.

Es cierto que también está Javier Milei. Un liberal fanático, y por ello mismo no tan liberal, que hace política hablando mal de los políticos y la política. Algo no tan extraño que se repite en muchos lados. Él le llama “la casta”. Mejora en las encuestas y aparentemente está cambiando el tono. Quizás por ello mismo se piale. Es una especie de bicho raro. Algo así como lo era Menem con sus patillas y poncho; razón por la cual se le podría jugar algún boleto.

Y una última , de aquí a las “Pasos” (primarias) de agosto y las elecciones de octubre, gane quien gane ¿qué cree que va a pasar en la Argentina?