Con la presencia de cooperativistas de Paysandú, así como de autoridades de Cudecoop (Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas), se desarrolló el taller “Desafíos de la integración cooperativa del litoral”, en donde se compartieron experiencias de cooperación entre cooperativas, así como también de integración y experiencias de fusión, todo en el marco de la celebración de los 50 años de Coperpay (Cooperativa de Personal de Paylana).
El presidente de Coperpay, José Luis Carrey, celebró el encuentro intercooperativo y aseguró que la cincuentenaria cooperativa sanducera “continuará trabajando con el esfuerzo de muchos trabajadores, dirigentes y asesores, y con cooperativas de consumo hermanas y cooperativas de otras ramas. Apostamos a que el movimiento cooperativo en general sea fortalecido y tenga capacidad de propuesta, se desarrolle y logre los cometidos de toda cooperativa. Hay que seguir fomentando este tipo de instancias, porque el trabajo entre cooperativas nos tiene que unir”. El coordinador general de Cudecoop, Gabriel Isola, destacó a Paysandú como un departamento especial, “porque en muchos departamentos se fueron armando mesas intercooperativas que son preexistentes a la Cudecoop, y sin dudas la mesa de Paysandú fue una de las impulsoras para formar la Confederación en 1988”. Además, recordó que el cooperativismo uruguayo tiene más de 120 años, y “ya desde las primeras experiencias se entendió la importancia de juntarse para tener una voz más potente frente a diferentes interlocutores”.
EL CASO DE COFAC
Uno de los talleristas que compartió su experiencia fue Gustavo Cardozo, presidente de Cofac, quien recordó las dificultades de su cooperativa para pagar deudas millonarias heredadas de la crisis de principios de siglo. Cardozo subrayó que fue clave “la suma de voluntades para mantener viva la llama de la cooperación. Es la herramienta que nos permite mejorar nuestra calidad de vida y mirar hacia el futuro con cierta perspectiva. Hoy, con el avance tecnológico, corremos el riesgo de que el socio, gracias a la virtualidad, se desprenda de la cooperativa y pase a ser un número. Por eso debemos juntarnos a pensar cómo hacemos para retroalimentarnos de las propuestas y también de las críticas de los socios y usuarios”.
COPAGRAN
Símbolo del cooperativismo agrario del Interior, Copagran también dijo presente para dar cuenta del camino recorrido desde su formación en 2005. “La realidad de muchos productores era difícil a principios de siglo, la decisión de los dirigentes del momento fue de mantener la actividad del grupo de cooperativas que se unieron a través de la cooperación. Sobre todo, buscando una solución al endeudamiento que se arrastraba, manteniendo los valores del cooperativismo y logrando una escala suficiente como para mantener competitivos a los productores. ¿Qué hubiera pasado si no se elegía ese camino? Quizás algunas de las pequeñas cooperativas agrarias desaparecían”, reflexionó Luis Simean en representación de la cooperativa agraria.
El coordinador general de Sicoop (marca creada en 2017 por el Sistema Integrado de Cooperativismo de Consumo), Gerardo Montes contó que el sistema comenzó como un proceso de reconversión de las cooperativas de consumo, que tenían en la década de 2010 serios problemas estructurales, con un modelo que debía reconvertirse. “No habría un Sicoop sin Instituto Nacional de Cooperativismo; el actor de política pública es elemento central en la construcción del sistema, porque el Estado facilita la transparencia del sistema”. Y cerró instando a ver “de qué manera se generan soluciones ajustadas al tamaño de nuestra organización, porque estamos focalizados en crear una red potente en la construcción de políticas públicas, que nos permitan en los ámbitos de desarrollo, tener espacios para crecer con dignidad a partir de una visión solidaria y de justicia social”.