Dr. Ricardo Diez> Síndrome coronario crónico (SCC)

El síndrome coronario crónico (SCC) es el término asociado con un suministro inadecuado de sangre al miocardio debido a la obstrucción de las arterias coronarias epicárdicas, generalmente por aterosclerosis.

Los pacientes pueden tener enfermedad crónica (estable) o aguda (inestable). El diagnóstico de SCC está basado en una historia clásica de angina de pecho en presencia de factores de riesgo o enfermedad cardiovascular aterosclerótica conocida. La angina de pecho se refiere al malestar torácico que ocurre cuando la demanda de oxígeno del miocardio excede el suministro de oxígeno. El SCC refiere a molestias en el pecho que ocurren de manera predecible y reproducible a un cierto nivel de esfuerzo y se alivian con reposo o nitroglicerina.

Valoración del SCC:

Electrocardiograma: registra la actividad eléctrica cardíaca. Determina la presencia de infarto y arritmias. No mide estado de las válvulas ni el tamaño cardíaco.

Radiografía de tórax: Valora tamaño del corazón, de grandes arterias y estado del pulmón.

Ecocardiograma: Mide la función sistólica del ventrículo izquierdo. Valora funcionamiento de válvulas cardíacas.

Ergometría: Es realizar un electrocardiograma durante un esfuerzo físico gradual y de intensidad programada. Se registra dolor, presión arterial.

Ecocardiograma de estrés: (Ecoestrés) Estudia el comportamiento del corazón ante una situación de aumento de estrés, a través del ejercicio.

Tomografía computarizada coronaria: Mide grado de obstrucción coronaria.

Tratamiento: Con objetivo de reducir el consumo de oxígeno del corazón, dilatar arterias coronarias y evitar nueva obstrucción.

Farmacológico: Aspirina 75 a 325 mgrs/día. Estatinas: estabilizan la placa de ateroma. Antianginosos:

betabloqueantes, reducen la presión y frecuencia cardíaca. Nitritos para episodios agudos y crónicos. Bloqueadores de calcio.

Cambios en estilo de vida, control de factores de riesgo.

Resumen:

La coronariografía con revascularización o angioplastia y/o stents se indican en no respuesta al tratamiento médico máximo y en casos de alta probabilidad de cardiopatía coronaria grave según la prueba de eco-estrés. El tratamiento es individual para cada paciente, los fármacos y las dosis pueden ser muy diferentes. En todos se debe evaluar la extensión de la enfermedad.