“En el año 2022 el consumo total estimado de proteína cárnica alcanzó los 92,5 kg/hab/año, observándose un crecimiento de 1,3 kg/hab con respecto al año anterior”, de acuerdo al informe sobre Consumo de carnes en Uruguay, elaborado por INAC, al cierre del año anterior.
En este sentido, se agrega que “desde el año 2018 se venía observando un descenso consecutivo de la demanda de carne, situación que se revierte en los años 2021 y 2022”.
Al analizar el consumo por especie, se destaca que en 2022 el de carne bovina fue de 45,1 kg/hab/año, lo que significó “un descenso de 0,9 kg/hab/año respecto al año previo”. Con 24,5 kg/hab/año se ubica en el segundo lugar la carne aviar, “la cual mantuvo en estos tres últimos años una trayectoria ascendente”.
El tercer lugar, con 20,5 kg/hab/año, se posiciona la carne porcina, manteniendo una tendencia creciente en 2021 y 2022, y en cuarto lugar, con un consumo de 2,4 kg/hab/año, se ubica el consumo de carne lanar en 2022, produciéndose “una expansión. La magnitud del incremento se explica tanto por el aumento del volumen de origen nacional como de su principal componente (faena predial)”, que representó el 70% del total del consumo de este tipo de carne.
CONSUMO MAYORMENTE DE ORIGEN EN PRODUCCIÓN NACIONAL
“El consumo total de proteínas proviene mayoritariamente de la producción nacional, con excepción de la carne porcina cuyo principal origen son las importaciones”, establece el texto.
En este sentido, se consigna que “a partir del año 2015 la participación de las importaciones en el consumo crece en forma sostenida, no obstante, esta tendencia se revierte en el año 2021, con una caída de 3,1 puntos porcentuales en favor de la carne de origen nacional. En el año 2022 el volumen de carne importada vuelve a crecer, mostrando una participación similar a la observada en el año 2020, explicado por el aumento en las importaciones de las especies porcina, bovina y aviar”.
LOS PRECIOS
“Las variaciones acumuladas a diciembre 2022 de los precios al público en términos nominales mostraron una tendencia al alza para casi todas las carnes, siendo de una magnitud leve en la especie bovina”, mientras que para “la carne ovina se observó una disminución”, detalla el informe.
Sin embargo, la tendencia es “diferente”, cuando se miden “los precios medidos en términos reales donde, tanto el precio de la carne bovina como el de la carne ovina disminuyen, mientras que el precio de las carnes aviar y porcina aumentan, comportamiento que se encuentra directamente relacionado a las variaciones de las variables nominales y el IPC”.
Asimismo, observa que “hasta comienzos de 2019, los índices de precios de las carnes se encuentran relativamente alineados y evolucionan por debajo del IPC.
A partir de allí, se observa un desacople de las variables. Los índices de precios de las carnes bovina (IPCb) y ovina (IPCo) comienzan a evolucionar por encima del IPC hasta finalizar la serie, a diferencia del índice de precios de carne porcina (IPCp) que evoluciona en toda la serie por debajo del IPC y de los restantes índices”.
“Respecto al índice de precio de carne aviar (IPCa), desde octubre 2019 evoluciona por encima del IPC hasta marzo del 2021, donde comienza a tener un comportamiento de acople y desacople respecto
al IPC. Considerando el año 2022, es destacable que el IPCa evoluciona por debajo del IPCb y del IPCo. Los IPCb y IPCo, tras alcanzar máximos en setiembre del 2022, culminan la serie con un pronunciado descenso”, agrega.
COMPORTAMIENTO INTERANUAL
Al analizar el comportamiento interanual de precios, donde se comparan los meses del año anterior con relación a igual mes del año anterior, se destaca que “en términos nominales hasta el mes de setiembre 2022, el precio de la carne bovina mantuvo una trayectoria interanual caracterizada por aumentos superiores a la inflación. Sin embargo, a partir de octubre las variaciones interanuales fueron inferiores al IPC.
Con respecto al precio de la carne ovina, a partir del segundo semestre del año las variaciones interanuales fueron inferiores a las del IPC; se destaca el ultimo trimestre del año por disminuciones pronunciadas.
En los precios de la carne aviar sin considerar el período abril-julio se destacan meses con variaciones interanuales inferiores al IPC”.
En tanto, “en términos reales en todos los meses de año, el precio de la carne aviar en varios meses mostró disminuciones mientras que en la carne ovina este comportamiento persistió en todo el segundo semestre.
Con respecto al precio de la carne bovina en el último trimestre del año se observan meses de disminuciones en variaciones interanuales”, puntualiza el informe.
