En conversatorio, recordaron el Primer Encuentro de Teatros del Interior

En el marco del XIX Encuentro Regional de Teatro del Interior, tuvo lugar en el auditorio Miguel Angel Pías de Casa de Cultura el conversatorio “La Génesis del movimiento teatral uruguayo de los últimos 40 años”, en donde se expuso sobre dos temas: “Primer Encuentro de Teatros de Paysandú 1983” e “Historia de ATI desde sus orígenes hasta la actualidad”.

En la primera parte del conversatorio intervinieron Eduardo Pérez, fundador del Teatro Ciudad de Paysandú y coorganizador del primer encuentro; así como tres críticos: Enrique Julio Sánchez de diario EL TELEGRAFO, María Rosa Carbajal y Álvaro Loureiro, ambos de Montevideo. Todos ellos estuvieron presentes en la reunión del 18 de diciembre de 1982 en la que cobró fuerza la propuesta de organizar un encuentro de teatro del interior.
Eduardo Pérez destacó que “era una irreverencia animarse en aquel momento a hacer un encuentro de teatro del interior. Estábamos en dictadura y todas las actividades estaban bajo un ojo censor muy severo y con este encuentro debemos recordar celebrando a todos los que no están” y recordó a personajes clave como Carlos Torres, jefe de iluminación del Teatro Solís a principios de los 80’, con quien surgió la idea de armar un encuentro de teatro.

María Rosa Carbajal recordó que en aquellos tiempos “era difícil poder hablar, había que elaborar un lenguaje a partir de las circunstancias que estábamos atravesando, había un entrelineado que el público, sagaz entendía cuando estaba ante una crítica teatral. Elegíamos un lenguaje muy sutil para dar rienda suelta a todo lo que se quería expresar, tanto en la crítica que salía en los medios como en el escenario a través de los actores. En Paysandú nos encontramos con actores impresionantes, que tenían el conocimiento y sabían cómo llevarlo a cabo”.

Carbajal enfatizó también en que “fue una gran quijotada hacer aquello fuera de Montevideo, porque llegar a crear esas grandes movilizaciones teatrales era algo hazañoso. Acá se pensó y se trabajó con la necesaria cuota de inconsciencia y se convirtió en algo genial, porque conmovió a la comunidad teatrera toda; no era algo que pasaba sólo en Paysandú, era algo que pasaba en el mundo teatral uruguayo”.

El crítico y periodista de EL TELEGRAFO, Enrique Julio Sánchez, recordó lo “absolutamente fermental que fue aquel comienzo de los años 80, eso era el Paysandú teatral, y fue muy importante para lo que vino después. Fueron años muy prolíficos para la escena teatral local”. Sánchez mencionó además que hubo “una conjunción de elementos que llevaron a que el teatro se juntara, incluyendo a la influencia que tuvo el carácter discrecional de la asignación de fondos que se hacía durante la dictadura, algo que fue factor importante para la remodelación del Florencio Sánchez, por ejemplo”. Y no dejó de mencionar, además, que aquel 18 de diciembre de 1982 “se le puso un límite territorial al movimiento, pero seguiré insistiendo en que los festivales de teatro deben ser de todo el país, y también de nuestros hermanos entrerrianos. Creo que seguimos sin mirar a otros teatros independientes que están en Montevideo, pero no dejo de mencionar que para mí supuso una gran fiesta del teatro aquel encuentro de 1983” y agregó que a su entender al día de hoy aún “hay mucho de vocacional y no tanto de técnica en el teatro del interior”.

UNA GRAN FAMILIA DE 42 GRUPOS

La secretaria general de la Asociación de Teatros del Interior (ATI), Mercedes Rusch, destacó que en estos 40 años “se ha crecido en lo artístico en la medida de lo posible, y hoy sigue habiendo ganas de hacer teatro en el interior, a pesar de que muchas veces no está la infraestructura. En nuestra asociación somos una gran familia de 42 grupos, y cuarenta años después, seguimos haciendo teatro para nuestra gente en primer lugar, pero no deja de ser un objetivo llegarle a la gente de la capital. Hoy somos un movimiento integrado por más de 900 personas, con compañeros que viajan al exterior como invitados, con dramaturgos de trascendencia internacional, pero que no se han desprendido de sus raíces”. Reconoció además el rol del teatro sanducero al sumar que “Paysandú hoy tiene un enorme peso y hay que agradecer a toda esa gente que tuvo una idea y la llevó a cabo”.