La del jueves en Cerro del Bombero no fue una jornada más del Proyecto Gestión del Pasto. Y no solamente porque fue la primera abierta a todo público con más de un centenar y medio de personas, sino porque permitió conocer cómo el ingeniero agrónomo Juan Bazzano De León cambió el rumbo de su sistema productivo de ciclo completo a incompleto, y en donde la determinación e interpretación estacional del IsPC (plato de comida), contribuyó de manera importante, en la toma de las decisiones durante el período de monitoreo.
Bajo la organización del Instituto Plan Agropecuario y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), productores, técnicos y estudiantes, participaron de la actividad realizada en el establecimiento de la zona Este del departamento de Paysandú, perteneciente a la familia Bazzano Falcone.
En la actividad, el ingeniero Bazzano señaló que en el presente ejercicio (22-23), “es esperable una afectación en la productividad, fundamentalmente del rubro vacuno, con el consiguiente impacto en los resultados al final del mismo”.
La jornada tuvo entre los objetivos, entender cómo los productores ganaderos gestionan el pasto, y cómo se relaciona esto con los resultados productivos, económicos y ambientales. Además, construir conocimiento de los datos generados y compartir ese conocimiento.
LABORATORIO
El laboratorio Cerro del Bombero es un sistema con pastoreo continuo, con un “bajo” grado de subdivisiones. La gestión del pasto, parte de trabajar regido por el concepto de “carga ajustada”, en un ambiente muy desafiante (IC 52).
El campo natural constituye, casi exclusivamente, la base forrajera del predio, siendo la suplementación, un componente estructural del sistema. La complementariedad entre rubros: composición del stock; distribución espacio- temporal de los ovinos (según ambiente y situación forrajera del sistema), “hacen a la gestión del pasto de forma significativa”, dijo Bazzano.
La empresa se caracteriza por alcanzar excelentes indicadores reproductivos, tener un estricto seguimiento de los procesos y por lograr una importante valorización de sus productos.
El período monitoreado, ha estado marcado por la ocurrencia de dos períodos de marcado déficit hídrico. Derivado de lo anterior, se ha observado un fuerte impacto en la disponibilidad de forraje (solo en una estación, superó los 4 centímetros promedio).
En el ejercicio 21-22, se logró mantener los niveles de productividad “habituales”, a través de una serie de medidas adoptadas en función de la coyuntura. Las favorables “relaciones de intercambio” influyeron positivamente en el resultado final alcanzado.
DATOS DEL ESTABLECIMIENTO
Ubicado en costas del Queguay Grande, Cerro del Bombero tiene una superficie de 4.552 hectáreas, con basalto medio (21%) y superficial (79%), y 52 de Índice Coneat 52, con 21 potreros.
En el establecimiento se crían vacunos de la raza Hereford, con plantel MH. Ahora es con ciclo incompleto, con venta de vacas a frigorífico, además de producirse toros para el rodeo general. Bazzano explicó que se entora entre el 15 de noviembre y el 15 de febrero, además de inseminación de vaquillonas y plantel (IATF).
Sobre el destete, se realiza en forma estructural a partir de noviembre y diciembre, siendo el criterio de destete, de 100 kilos de peso.
Respecto a los ovinos, se crían ejemplares de la raza Merino australiano, con tatuaje MO desde el año 2012. En este caso, si se realiza ciclo completo, y con producción de lana superfina.
La fecha de encarnerada es entre el 15 marzo y 30 abril. Ecografía y separación por carga fetal y etapa de preñez. Mientras en la esquila se realiza preparto en julio, las corderas en setiembre. El productor explicó que se realiza suplementación con melliceras.
En cuanto a la cosecha de lana, se efectúan fardos, Grifa Verde, y coreo del lote. El diámetro promedio es de 16,9 micras. Peso Vellón de 4,5 kilos (venta de capones tras el tercer vellón). La comercialización es por la venta por datos objetivos, con certificaciones: RWS; Nativa; y Gucci.
DECISIONES
En cuanto a las decisiones en relación a la “Gestión del pasto” en Cerro del Bombero a partir del contexto general, de conocer su IsPC, y los objetivos trazados ante la crítica situación forrajera, fue sostener el esqueleto productivo del sistema, sabiendo que en “sequías”, siempre se pierde. Además, lograr niveles de preñez aceptables, según la trayectoria del predio.
Se procura apostar a un mayor valor agregado del producto, capitalizando favorables relaciones de intercambio. Y capitalizar las fortalezas del rubro ovino en condiciones de crisis forrajera.
Entre las medidas más drásticas, estuvo el “sacar” categorías de recría de machos (vacunos y ovinos) 0,69 -0,54 Unidades Ganaderas por hectárea; “adelantar” el destete de los terneros. Suplementar vacas de peor Condición Corporal (de 35-40 días).
Además de engordar vacas CUT, en semiconfinamiento. “Concentrar” ovinos en potreros específicos del predio.
Otoño 22: venta de 228 novillos 2-3 años, con peso de 350 kilos. Permite utilización de verdeos de invierno con vaquillonas de 1 a 2 años, y vacas de primera cría en buena condición corporal y con terneros.
Primavera 22: venta de 328 novillos de 2 años, con un peso de 256 kilos. Efecto: contribuye a mejorar IsPC en la primavera.
Verano 22-23: “adelantar” el destete de los terneros. Implementar el Destete Precoz con raciones con fibra incluída.
Suplementar novillitos de 1 a 2 años con ración con fibra en autoconsumo.
PARADA ÚNICA
La jornada realizada en la mañana del jueves pasado, tuvo una recorrida de campo con una parada única. Allí se apreciaron terneros generación 2022, destete precoz autoconsumo “con fibra”. Vaquillonas generación 2021, con manejo diferencial durante el primer invierno. Vaquillonas generación 2020. Manejo diferencial en segundo invierno, y vacas multíparas preñadas.
En las mangas, se observaron los ovinos. Borregas y borregos generación 2022. Majada de plantel y carneritos en evaluación genética.
